Los blancos surafricanos votan hoy, entre las protestas masivas de los negros
La poblaci¨®n blanca de Sur¨¢frica, un 17% del total, acude hoy a las urnas en unas elecciones generales que han provocado un amplio movimiento de protesta por parte de la mayor¨ªa negra por su ausencia total de participaci¨®n en el proceso electoral. Por otra parte, y seg¨²n inform¨® la oficina de informaci¨®n gubernamental, un trabajador negro result¨® muerto y otros 10 heridos al pisar el cami¨®n en que viajaban una mina a pocos kil¨®metros de la frontera con Zimbabue, en una de las cuatro explosiones registradas en varias partes del pa¨ªs en la madrugada de ayer.
Cientos de miles de trabajadores y estudiantes negros respondieron, en unos casos genuinamente y en otros a la fuerza, a la convocatoria hecha por la Confederaci¨®n Surafricana de Sindicatos (Cosatu) y la mayor organizaci¨®n antiapartheid del pa¨ªs, el Frente Democr¨¢tico Unido (UDF), para permanecer en sus casas y no acudir al trabajo o a la escuela ayer y hoy, como protesta por lo que calificaron anteriormente como "farsa electoral blanca".Los comicios fueron convocados el 30 de enero por el presidente Pieter W. Botha, y en ellos, tres millones de los 4,5 millones de ciudadanos blancos de Sur¨¢frica elegir¨¢n a los 166 diputados de la C¨¢mara blanca del Parlamento tricameral. Las otras dos c¨¢maras representan a las poblaciones mestiza e india, con una poblaci¨®n de 2,8 millones y un mill¨®n, respectivamente. Los 23 millones de negros carecen de representaci¨®n parlamentaria.
En panfletos distribuidos conjuntamente por Cosatu y el UDF en los guetos negros con el t¨ªtulo en lengua zulu, Azikuelua (No ir a la ciudad), ambas organizaciones apelaron a la poblaci¨®n a "manifestar nuestro rechazo de las elecciones del apartheid, nuestro rechazo del estado de emergencia y de la violencia contra nuestro pueblo con la mayor protesta en la historia de nuestro pa¨ªs" De acuerdo con las disposiciones del estado de emergencia impuesto por el Gobierno el pasado 12 de junio, tal tipo de convocatoria es ilegal.
Los panfletos ped¨ªan que la protesta, en forma de stayaway (literalmente, permanecer apartado), se llevara a cabo de forma "disciplinada y unida". Sin embargo, testigos presenciales manifestaron que j¨®venes radicales prendieron fuego a barricadas hechas con neum¨¢ticos en las calles de Soweto, el gigantesco gueto en las afueras de Johanesburgo, y patrullaron las calles armados con palos y estacas, apedreando los autobuses y taxis colectivos que intentaban llevar a la gente a trabajar a la ciudad Iguales escenas de intimidaci¨®n se registraron en las poblaciones negras cercanas a Durban, a orillas del ?ndico.
Seguimiento masivo
Seg¨²n cifras facilitadas por John Lewis, portavoz del Grupo de Seguimiento de Conflictos Laborales (Labour Monitoring Group), financiado por las universidades surafricanas, la participaci¨®n de la poblaci¨®n negra en todo el pa¨ªs hab¨ªa superado el mill¨®n de personas, una cifra aparentemente inferior a la registrada en las manifestaciones, de mayo de 1985, en las que participaron cerca de 2,5 millones de personas.
Seg¨²n informaciones de comerciantes de Johanesburgo, la cifra de negocios descendi¨® entre un 60% y un 85% como consecuencia de la ausencia considerable de compradores negros en las tiendas de la ciudad.
Una excepci¨®n al boicoteo generalizado se registr¨® en la ciudad de Pietermaritzburg, sede de la Corte Suprema de Justicia, situada 450 kil¨®metros al sureste de Johanesburgo, donde grupos de zul¨²es de entre 60 y 70 personas armados de palos acudieron al trabajo sin hacer caso de las barricadas montadas por los j¨®venes militantes.
Sin embargo, observadores imparciales de la situaci¨®n pol¨ªtica surafricana expresaron la opini¨®n de que la protesta de ayer, que a la hora de transmitir esta cr¨®nica no hab¨ªa producido incidentes dignos de menci¨®n, podr¨ªa incrementarse hoy, d¨ªa de las elecciones.
La presencia de las fuerzas de seguridad era visible en las cercan¨ªas de las ciudades negras de todo el pa¨ªs. Muchos de sus miembros distribuyeron copias de una carta del presidente Botha a la poblaci¨®n negra encabezada con la frase: "Compatriotas surafricanos".
En la carta, Botha, despu¨¦s de pedir la colaboraci¨®n de "todos los surafricanos" explicaba que necesitaba un nuevo mandato de la poblaci¨®n blanca "para continuar el proceso de reforma pac¨ªfica". Estas elecciones, a?adi¨® Botha, son "sobre el futuro, vuestro futuro y mi futuro y, lo que es m¨¢s importante, el futuro de nuestros hijos".
El fin de campa?a produjo, adem¨¢s de los habituales discursos electorales de los candidatos estrellas de todos los partidos, una explosi¨®n de anuncios electorales a p¨¢gina entera en todos los peri¨®dicos surafricanos.
Curiosamente, la organizaci¨®n m¨¢s citada en los anuncios del Partido. Nacional y del ultraderechista conservador era el Congreso Nacional Africano, el movimiento nacionalista que lucha desde hace d¨¦cadas en contra del apartheid y por la igualdad de derechos pol¨ªticos para todos los surafrica nos y que no puede participar en las elecciones.
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