Casi 100 millones de pesetas costar¨¢ el programa 'Rioja cultural'

El programa Rioja cultural, que se llevar¨¢ a cabo en esta regi¨®n durante el bienio 1988-1989, incluye un extenso plan de actividades, presupuestadas en cerca de 100 millones de pesetas, que financiar¨¢n en igual porcentaje la Fundaci¨®n Juan March, el Ministerio de Cultura, la comunidad aut¨®noma y el Ayuntamiento de Logro?o.La designaci¨®n de La Rioja para llevar a cabo esta iniciativa cultural, cuyo ¨²nico antecedente fue una experiencia similar realizada en Albacete hace tres a?os, se debe al car¨¢cter uniprovincial de esta comunidad, a la disponibilidad ofrecida por las instituciones riojanas para avalar el proyecto y al acuerdode que el programa sea dise?ado por un servicio externo a la Administraci¨®n.

M¨²sica y danza, teatro, artes pl¨¢sticas, literatura y debates de actualidad son los apartados en los que b¨¢sicamente incidir¨¢ este programa, que pretende llegar hasta donde las instituciones local y auton¨®mica no pueden hacerlo por falta de recursos econ¨®micos. "Esto no es una inversi¨®n cultural ni el bienvenido Mr. Marshall", afirma Jos¨¦ Ignacio P¨¦rez, consejero de Cultura, sino la oportunidad de ver exposiciones internacionales y otras actividades que sin esta colaboraci¨®n ser¨ªa imposible traer".

Buena parte del programa se centralizar¨¢ en Logro?o, en donde se dispone de la infraestructura que requieren actos de esta dimensi¨®n, aunque tambi¨¦n se trasladar¨¢n determinadas actividades a los n¨²cleos rurales de mayor poblaci¨®n. Esta importaci¨®n cultural para los pr¨®ximos dos a?os constituye, en opini¨®n de muchos intelectuales riojanos, la oportunidad esperada que " servir¨¢ para crear conciencia y h¨¢bitos culturales en una comunidad que est¨¢ falta de ello".

La comunidad aut¨®noma y el Ayuntamiento de Logro?o, instituciones conocedoras de las carencias culturales de la regi¨®n, asumir¨¢n la responsabilidad del programa, cuyo convenio podr¨ªa firmarse este mes. El retraso del plan cultural, que deb¨ªa haberse iniciado a principios de este a?o, se ha debido a las divergentes concepciones de dise?o entre la Fundaci¨®n Juan March y el Ministerio de Cultura.