CC OO, a la gre?a con las informaciones de EL PA?S

La celebraci¨®n del llamado d¨ªa del trabajo [Primero de Mayo] y su tratamiento en las p¨¢ginas de este diario ha dado ocasi¨®n al lector Emilio Gonz¨¢lez L¨®pez para demostrar desde Madrid su contrariedad por lo reflejado en el peri¨®dico, y expresa su queja puntualmente: "EL PAIS, al dar la noticia de esta celebraci¨®n en su primera p¨¢gina, informa: 'En general, los actos de CC 00 duplicaron en capacidad de movilizaci¨®n a los del sindicato socialista'. Al mirar las p¨¢ginas interiores, se lee acerca de miles de manifestantes de CC OO en toda la geograf¨ªa espa?ola y de 'm¨ªtines fiesta' de UGT, de los que en ning¨²n caso se dan cifras. Sin embargo, de Barcelona s¨ª se da n¨²mero de asistentes de cada una de las centrales convocantes, 'unas 40.000 personas en la manifestaci¨®n convocada por CC OO, USO, CNT, CSC y STATC; unas 3.000 en la realizada por UGT, y algo mas de 1.000 de CNT-AIT'. Teniendo en cuenta esta informaci¨®n y lo presenciado personalmente en Madrid, ?no se habr¨¢ equivocado el redactor y quiso poner decuplicar (multiplicar por diez) en vez de duplicar (multiplicar por dos)? ?O quiso solamente poner duplicar?".El defensor de los lectores ha consultado al redactor jefe de Econom¨ªa, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, sobre esta preocupaci¨®n del lector, y puntualmente Estefan¨ªa ha contestado: "Evidentemente, quisimos decir duplicar y no decuplicar. Multiplicar por 10 hubiera sido una exageraci¨®n. No hay, pues, error del redactor, sino una informaci¨®n muy contrastada. En cualquier caso, Rodolfo Serrano, que fue el redactor que centraliz¨® la informaci¨®n del Primero de Mayo, da su versi¨®n sobre c¨®mo se elabor¨® la informaci¨®n, generalizando un poco: 'Siempre que es posible, procuramos no entrar en guerra de cifras. Sin embargo, en el caso concreto de la informaci¨®n del Primero de Mayo no es cierto que no di¨¦ramos datos de ese tipo como afirma el lector. Si se lee detenidamente la cr¨®nica sobre el acto de Madrid de CC OO, se ver¨¢ que dice: Los servicios de Prensa de CC OO daban ayer una cifra de asistentes de 300.000. Y se a?ad¨ªa que aunque esa cifra parece exagerada, s¨ª es cierto que las calles estaban llenas de trabajadores, etc¨¦tera. Tambi¨¦n se dec¨ªa que hab¨ªa habido posiblemente m¨¢s asistentes que en anteriores ocasiones".

"Cierto -contin¨²a Serrano- que no se daba n¨²mero de asistentes a la fiesta mitin de UGT. Por dos razones: la primera, porque en un acto de las caracter¨ªsticas del organizado por UGT, por el que est¨¢ pasando gente durante todo el d¨ªa, es un verdadero problema dar cifras. ?Qu¨¦ referencia se toma? En segundo lugar, porque desde nuestro punto de vista period¨ªstico la noticia no era el n¨²mero de asistentes, sino lo que ocurriera o se dijera en un acto sobre el que pesaban las discrepancias entre UGT y el Gobierno".

"Me parece -dice el redactor laboral de Econom¨ªa- que el lector tiene perfecto derecho a opinar que CC OO decuplic¨® en n¨²mero de asistentes a UGT y que mi informaci¨®n no es correcta. A pesar de ello, quiero aclarar que lo que quise decir fue duplicar y no decuplicar. En informaciones de este tipo se suele hacer un c¨¢lculo aproximado, y sabiendo que no es exacto ni puede serlo. Cuando hay varios profesionales de la informaci¨®n cubriendo el mismo acto, se intenta contrastar los datos. En la manifestac¨ª¨®n de CC OO se dieron varias cifras: los organizadores, 300.000; una emisora de radio nada sospechosa de parcialidad, 40.000; otros compa?eros de informaci¨®n, 60.000; la Polic¨ªa Municipal dijo que menos que otros a?os... Como puede apreciarse, las estimaciones son, evidentemente, muy distintas".

"Tres redactores de EL PAIS -subraya por ¨²ltimo asistieron a los actos de CC 00. Uno de ellos se desplaz¨® a lo largo de la manifestaci¨®n y recorri¨® la concentraci¨®n final. Observ¨® serios claros. Decidimos no dar cifras propias, pero s¨ª destacar que la asistencia hab¨ªa sido multitudinaria e importante".

Acusaciones de 'pucherazo'

El Pleno del IV Congreso de la Federaci¨®n Sindical de Administraci¨®n P¨²blica de Comisiones Obreras (CC 00) ha remitido al director de este peri¨®dico una carta con la resoluci¨®n firmada por Francisco Cenalmor Mart¨ªn para puntualizar "las acusaciones graves que se vierten en la informaci¨®n aparecida en EL PAIS el 26 de febrero de 1987, calific¨¢ndose de pucherazo el desarrollo del proceso de elecci¨®n de delegados del IV Congreso Federal de la Administraci¨®n P¨²blica".

El autor material de parte del art¨ªculo citado y firmado por EL PAIS, Madrid, era Rodolfo Serrano, y en el mismo se comentaba que la decisi¨®n de Marcelino Camacho de abandonar la secretar¨ªa general de Comisiones Obreras hab¨ªa abierto una batalla por la sucesi¨®n. Se mencionaba que las tensiones ya hab¨ªan surgido en los congresos previos y se se?alaba que la pol¨¦mica estall¨® en la Federaci¨®n de la Administraci¨®n P¨²blica y el Pa¨ªs Valenciano.

En el comunicado enviado por Cenalmor Mart¨ªn se consideran de car¨¢cter capcioso e intoxicador las expresiones vertidas, no ajust¨¢ndose a la realidad sindical, y lamentan que "...un medio de comunicaci¨®n de la supuesta seriedad de EL PAN no contraste tales informaciones, con el perjuicio que ello puede acarrear a la imagen y pluralidad del sindicato". En la amplia nota de protesta se citan "las constantes agresiones que los trabajadores del sector soportan del Gobierno del PSOE". Despu¨¦s de una serie -de consideraciones, el Pleno manifiesta que "...no se puede, de forma constante y reiterada, fomentar rumorolog¨ªa viciada de factores que no se han discutido en el interior de los ¨®rganos y argumentar luchas internas donde s¨®lo hay discrepancias de ¨®pticas sindicales".

Rodolfo Serrano contesta ampliamente a estas acusaciones, y el defensor del lector se ve obligado, como ha hecho con los comunicados anteriores, a resumir, con la mejor intenci¨®n, sus explicaciones: "La informaci¨®n se realiz¨® en base al documento a que se hace menci¨®n, firmada y rubricada por miembros de CC 00, y que fue entregado en el secretariado confederal. Se trata de un documento oficial del s¨ªndicato en el que militantes de la federaci¨®n ped¨ªan la intervenci¨®n de este ¨®rgano -de direcci¨®n de CC 00 para evitar lo que ellos mismos llamaban pucherazo. Adem¨¢s de la fiabilidad de un texto de este tipo se

intent¨® conectar con la federaci¨®n. No fue posible, al hallarse

preparando el congreso en Barcelona".

Sobre esta consideraci¨®n final, el ombudsman, muy a su pesar, debe indicar que para cubrir la informaci¨®n se debi¨®recurrir a la Redacci¨®n de EL PAIS en la Ciudad Condal.

Por ¨²ltimo, Rodolfo Serrano concreta: "Las diferencias entre las familias de CC 00, m¨¢s agudizadas por el anuncio de que Marcelino Camacho deja la secretar¨ªa general, son un secreto a voces y no son, como dice la resoluci¨®n que env¨ªa la Federaci¨®n de la Administraci¨®n P¨²blica, 'discrepancias de ¨®pticas sindicales'. Desgraciadamente, los problemas de CC 00 son m¨¢s pol¨ªticos que sindicales".

?Gerardistas o carrillistas?

El pasado 18 de marzo EL PA S titulaba a tres columnas en su primera p¨¢gina: "Iglesias y Camacho fracasan en su intento de huelga general, y se informaba que CC 00 hab¨ªa desistido de convocar una huelga general tras ser derrotada en el Consejo Confederal. En la p¨¢gina 13, secci¨®n Espa?a, Rodolfo Serrano firmaba la columna "Los carrillistas derrotaron a Gerardo Iglesias". El redactor hac¨ªa un comentario con datos sobre la propuesta de huelga general presentada por Marcelino Camacho, y despu¨¦s de se?alar que "la inoportunidad de una huelga general hab¨ªa sido planteada por varios dirigentes sindicales...", se?alaba: "... con la misma filosofila, la denominada corriente carrillista, encabezada por Juli¨¢n Ariza, hab¨ªa venido advirtiendo del peligro de ir a una huelga general 'para la que objetivamente no hay condiciones".

Desde Terrasa, Rafael Espinosa Mor¨¢n difiere de la informaci¨®n de EL PAIS: "No deja de ser curioso que cuando se patentiza de forma irrecusable la independencia de CC 00 respecto a cualquier partido pol¨ªtico, cuando se adopta una decisi¨®n trascendente en un debate puramente sindical, EL PAIS hable de la victoria de una de las Tamilias comunistas' dentro de CC 00. Las contradicciones de esa interpretaci¨®n, sin duda interesada, son m¨²ltiples ( ... ). Sin duda, no pas¨® nada de lo dicho, sencillamente cada cual vot¨® en funci¨®n de lo que sindicalmente consideraba m¨¢s conveniente, ?no es eso independencia sindical?, ?se trata de un problema de TamiliasT".

El ombudsman envi¨® a Rodolfo Serrano la carta de Espinosa, y Serrano, peronalmente, nos dijo: "Es su opini¨®n, y no voy a responder".