Un soldado de Valladolid desapareci¨® hace un mes mientras estaba de maniobras

El soldado Jos¨¦ Mar¨ªa Carnero Fern¨¢ndez, de 27 a?os, desapareci¨® el pasado 7 de abril cuando participaba en unos ejercicios de tiro en Montelarreina (Zamora) y hasta el momento no se tiene noticia de su paradero. Los padres del joven se quejan de que las autoridades militares, aunque los tratan correctamente, "ocultan datos y no dan respuestas satisfactorias". El ministro de Defensa tampoco ha respondido a la carta que, hace m¨¢s de dos semanas, le enviaron los padres.

Carnero Fern¨¢ndez, que acab¨® la carrera de Medicina hace tres a?os, estaba destinado en el batall¨®n de artiller¨ªa n¨²mero 26, de Valladolid -ciudad en la que resid¨ªa con sus padres y seis hermanos-, al que se hab¨ªa incorporado el pasado marzo. El 7 de abril, se traslad¨® con su compa?¨ªa a Montelareina para participar al d¨ªa siguiente en unos ejercicios de tiro.Hacia las 09.00 horas de la ma?ana, seg¨²n el relato transmitido a los padres, los soldados se refugiaron bajo unas encinas para resguardarse de la lluvia. Carnero Fern¨¢ndez se apart¨®, unos metros del grupo, seg¨²n ha narrado uno de sus compa?eros y, poco despu¨¦s, ya no volvi¨® a ser visto. Tampoco ha aparecido el fusil Cetme que llevaba ese d¨ªa.

Amelia y Jos¨¦ Mar¨ªa, los padres del joven, aseguran que, a lo largo de los primeros d¨ªas, recibieron "datos contradictorios" sobre lo ocurrido y ninguno sobre las razones que pudieron llevar al soldado para alejarse de su unidad. Cuentan que han hablado con Vicente Rodr¨ªguez, el capit¨¢n del soldado, con un compa?ero de la unidad y con un comandante y un general destinados en la Capitan¨ªa General de Valladolid. Tambi¨¦n han escrito al Defensor del Pueblo y presentado una denuncia en el juzgado de Villalpando (Zamora).

Paciencia

"Los militares siempre nos dicen que esperemos, que paciencia, pero ya no se puede tener paciencia despu¨¦s de un mes", dice la madre del soldado. "Creemos tener pruebas de que no ha sido una deserci¨®n, como dice alg¨²n militar, porque no se llev¨® dinero ni documentaci¨®n", se?ala el padre.El padre cuenta que, por los datos que ha recabado, ha podido enterarse, aunque no ha podido comprobarlo, de que su hijo fue castigado horas antes de su desaparici¨®n. Asegura que su hijo fue obligado, hacia las 06.00 horas de la ma?ana, a cavar un pozo en el campo para enterrar los desechos de las comidas.

Seg¨²n el padre del soldado, se han hecho tres rastreos por la zona, pero estima que han sido "incompletos". Recuerda que su hijo es "absolutamente normal", que nunca tuvo desequilibrios y que estudiaba y le¨ªa "much¨ªsimo". "Ya no tenemos esperanza ninguna", dice el padre, "porque realmente ha tenido que ocurrirle algo muy raro para no ponerse en contacto con nosotros o con alg¨²n familiar". "Queremos que todo el que pueda nos ayude. Es una angustia terrible" comenta nerviosa la madre.

Los padres de Jos¨¦ Mar¨ªa Carnero, el mayor de los siete hermanos, han hecho varias visitas al cuartel en el que hac¨ªa la mili su hijo, a la zona en que desapareci¨® y a la Capitan¨ªa General. "Nosotros les dimos desde el principio todo tipo de ayudas, tel¨¦fonos, amistades de nuestro hijo..., pero en ellos no hemos visto ayuda", afirma el padre.

Jos¨¦ Mar¨ªa se incorpor¨® al servicio militar en enero pasado a El Ferrol (Le¨®n) y, transcurrido el per¨ªodo de instrucci¨®n, fue destinado a Valladolid. Seg¨²n sus padres, d¨ªas antes de su desaparici¨®n les coment¨® que, una vez realizados los ejercicios de tiro en Zamora, ser¨ªa destinado al botiqu¨ªn de la unidad.

Fuentes oficiales del Ministerio de Defensa consultadas al respecto no facilitaron informaci¨®n sobre las gestiones hechas o sobre el paradero del soldado.