Klaus Geor Altmann muri¨® en un accidente en Bolivia en 1981

El hijo de Klaus Barbie tendr¨ªa en la actualidad 40 a?os de no haber muerto en Cochabamba (Bolivia). Klaus Geor Altmann Wilhelms muri¨® el 1 de mayo de 1981. Su muerte fue accidental. Altmann estaba practicando su deporte favorito, el ala-delta, aprovechando las fuertes rachas de viento que caracterizan la atm¨®sfera de la cordillera oriental andina. Klaus hab¨ªa aprendido la t¨¦cnica de este deporte unos a?os antes, en Austria. Aquel d¨ªa, sin embargo, tuvo mala suerte, porque una desafortunada maniobra le hizo perder el equilibrio y cay¨® desde gran altura.El cuerpo de Altmann qued¨® destrozado y su cr¨¢neo se parti¨® en dos. Su muerte tuvo dos testigos de excepci¨®n: su padre Klaus y su madre Regina. Testigos presenciales han explicado que el padre de la v¨ªctima enloqueci¨® cuando vio el cuerpo de su hijo destrozado y cubierto de sangre.

Algunos periodistas bolivianos barajaron entonces la hip¨®tesis de que el accidente no fue fortuito y que la muerte de Altmann fue provocada. Esos periodistas relacionaron a Altmann con el tr¨¢fico de coca y destacaron que despu¨¦s del accidente nunca se realiz¨® la autopsia del cad¨¢ver ni peritaje alguno del ala-delta que pilotaba Altmann.

Venta de armas

Klaus Geor Altmann fue visto a finales de los a?os setenta en La Paz. La empresa mar¨ªtima de su padre hab¨ªa acabado en un gran fiasco. Barbie nunca lleg¨® a comprar ni un solo barco, a pesar de las ayudas econ¨®micas del Gobierno de Bolivia, un pa¨ªs sin salidas al mar que organiz¨® cuestaciones p¨²blicas para la creaci¨®n de la compa?¨ªa.

Tras el cierre de la empresa, Klaus Altmann comenz¨® a trabajar como representante de la empresa austriaca Steyr, exportadora de m¨¢quinas agr¨ªcolas. Altmann, adem¨¢s de material para los agricultores bolivianos, vendi¨® al Ej¨¦rcito de su pa¨ªs de adopci¨®n entre 30 y 100 tanques ligeros de 17 toneladas, modelo K¨¹rassier, muy ¨²tiles para el combate urbano. Las tanquetas estaban dotadas con ca?ones de 105 mil¨ªmetros modelo CN-105-57, fabricados en Francia. Durante esta ¨¦poca, Barbie y su hijo recibieron en Bolivia a varios neonazis espa?oles, a los que presentaron a sus amigos militares.

Cuando los negocios de los Barbie parec¨ªan volver a funcionar, una pareja de cazadores de nazis, Serge Klarsfeld -ahora uno de los acusadores particulares de Barbie en Ly¨®n- y su esposa Beate, descubri¨® la identidad del padre de Altmann. La CIA dej¨® de proteger a Barbie y sus amigos bolivianos le acusaron de estafar al Gobierno un total de 10.000 d¨®lares. El cerco comenzaba a estrecharse sobre los falsos Altmann. Era el principio del fin.