Nadie se atrevi¨® con Herrera en la etapa reina

JUAN MORA, ENVIADO ESPECIALNing¨²n corredor de los 10 primeros clasificados, situados a menos de siete minutos del l¨ªder, el colombiano Lucho Herrera, se atrevi¨® a atacarle en la etapa que m¨¢s puertos ten¨ªa de esta Vuelta a Espa?a, por lo que le cabe el calificativo de reina. Las siete cimas monta?osas se pasaron con los hombres fuertes agrupados y en el descenso del ¨²ltimo de ellos, Navacerrada, con la meta a 25 kil¨®metros, hasta bajaron el ritmo. Su comportamiento revel¨® que ya dan como vencedor a Herrera. El dominio colombiano en la antepen¨²ltima etapa fue total con el triunfo en solitario de Omar Hern¨¢ndez y la lucha que protagonizaron el Postob¨®n y el Caf¨¦ de Colombia.

Quienes pueden aspirar a destronar a Herrera ten¨ªan justificada su pasividad inicial porque la etapa, cuando realmente se hac¨ªa dura, era desde el kil¨®metro 100. Lo ¨²nico inc¨®modo del trazado anterior era la ausencia de llanos, que aprovech¨® el BH para mantener sus aspiraciones por equipos. Luego result¨® que toda la etapa tuvo como ¨²nica interpretaci¨®n de las batallas la lucha por esta clasificaci¨®n.Las escapadas, primero de Carlos Guti¨¦rrez y de Guijarro despu¨¦s, no lograron, sin embargo, avivar el ritmo. La etapa empez¨® con 20 minutos de retraso para que TVE pudiera retransmitir m¨¢s tiempo del final y luego los corredores acumularon a¨²n mayor retraso.

La etapa fue una nueva decepci¨®n. Las fuerzas andan tan justas, y los corredores tienen tan poca valent¨ªa que pactan impl¨ªcitamente una tregua en v¨ªsperas -caso del d¨ªa de los lagos- o a continuaci¨®n -caso de ayer- de una etapa fuerte. Pero la escasa combatividad llen¨® tambi¨¦n las etapas llanas, donde se pod¨ªa haber hecho da?o a Herrera, y ahora los equipos se lamentan.

Ayer, la lucha entre los de cabeza no se lleg¨® a plantear nunca en un recorrido que ten¨ªa constantes subidas y bajadas. Posibilidad de alianza para ir por Herrera no hab¨ªa porque todos tem¨ªan que del trabajo conjunto se pudiera favorecer Fignon. Atacar en la monta?a, tampoco, porque ah¨ª Herrera es superior. Quedaba otra estrategia: la de lanzarse temerariamente en un descenso, pero para ello hay que tener fuerza, adem¨¢s de arrojo.

Los puertos de salida, de escaso relieve, iban a servir de poco. Pero cuando se afront¨® Abantos se vio que la etapa llevaba camino de convertirse en anodina. Todos andaban pendientes de Herrera porque el d¨ªa anterior se hab¨ªa tocado insistentemente la pierna y pod¨ªa hab¨¦rsele reproducido la leve tendinitis de la pasada semana. Pod¨ªa fallar y ser el momento de atacarle. As¨ª que subieron todos junto a ¨¦l, tante¨¢ndole. Pero, como Herrera sub¨ªa hasta donde se le forzaba, desistieron y aguardaron a que llegase una ocasi¨®n propicia. Ah¨ª comenzaron a reconocer que Herrera en condiciones normales, es imbatible.

Entre Abantos y La Mina, con una carretera mala y estrecha, no hubo m¨¢s ataque que el de Patrocinio Jim¨¦nez, pe¨®n de Herrera, a quien mand¨® ¨¦ste hacia adelante por si m¨¢s tarde precisaba ayuda, ya que no descartaba que, en ese descenso, el de Los Leones o el de Navacerrada, Fignon atacase.

Eso plante¨® de nuevo la lucha por los primeros puestos en la clasificaci¨®n por equipos. El Postob¨®n se ve¨ªa amenazado por el Caf¨¦ de Colombia y Omar Hern¨¢ndez fue el encargado de custodiar los intereses del equipo. Y a continuaci¨®n, el BH, que est¨¢ tercero, mand¨® destacarse a Van Calster. La media hora que dur¨® la ascensi¨®n a Navacerrada s¨®lo sirvi¨® para que los equipos se defendieran. Para esto, la Vuelta no se ha hecho grande.

La culpa era de Dietzen, Fignon, Delgado, Vargas, Beldal, Cubino, Fuerte, incluso de Arroyo, de quien se so?aba que a¨²n hiciera el milagro. Todav¨ªa no hab¨ªa llegado el momento de la gran decepci¨®n, cuando, en el descenso, el grupo empez¨® a frenar. Ni hab¨ªa alianza ni equipo capaz de atacar al colombiano. Ni siquiera el Syst¨¦me U, con tres corredores apoyando a Fignon, lanzo a su jefe de filas.

Si en Alto de Campoo los corredores de cabeza llegaron en pl¨¢cida compa?¨ªa, ayer se repiti¨® la historia, con otro protagonista destacado, esta vez Omar Hern¨¢ndez, para que la fiesta colombiana resultara completa. Hern¨¢ndez gan¨® la etapa, Herrera consolid¨® el liderato y el Postob¨®n y el Caf¨¦ de Colombia se reafirman a la cabeza de la clasificaci¨®n por equipos. El ciclismo colombiano ya es una realidad.