Klaus Altmann
Barbie no se corresponde al retrato que hubiera podido esbozarse de ¨¦l recordando los actos que hicieron motejarle como el carnicero de Ly¨®n. Sube al estrado de los acusados discretamente. Es un hombre menudo, delicado, endeble, casi min¨²sculo, que flota en un traje azul que le viene grande. Pero cuando los fot¨®grafos hacen parpadear su silueta con sus flashes y se enfrenta a esas luces, vuelve a descubrirse la bestia que ha debido ser.12 de Mayo
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