La memoria
La capacidad de cinismo que alberga un asesino m¨²ltiple s¨®lo debe ser comparable a su facultad de olvido. La civilizaci¨®n existe gracias a la memoria; los que no la tienen pisotean con pasi¨®n todo aquello que les inquieta el paso. Por esa raz¨®n no miran atr¨¢s, o cuando lo hacen, como ha ocurrido ahora con Klaus Barbie, el carnicero de Ly¨®n, simulan estar asistiendo a un espect¨¢culo, dantesco, claro, ejecutado por otros en escenarios que ellos nunca hollaron. Con esa capacidad de olvido que atesora, este carnicero vuelto boliviano por la conveniencia de su propia actitud de desmemoria, dice que fue capaz, incluso, de acercarse con flores a la tumba del resistente que se le opuso y cuya muerte provoc¨® con una sa?a que ha sido descrita, tambi¨¦n, con la sa?a con que debe ser narrada la biograf¨ªa voraz de un individuo tenebroso.La simulaci¨®n del olvido es el primer paso hacia la barbarie. Y la barbarie no existe s¨®lo en el momento en que se consolida, sino que se prolonga como la baba de un monstruo prehist¨®rico. As¨ª que, seg¨²n las narraciones de estos d¨ªas, Barbie situ¨® su experiencia al servicio del horror renovado en pa¨ªses donde se quem¨® la dignidad de la gente con el l¨ªquido inflamable del desprecio m¨¢s absoluto.
Con esa biograf¨ªa entre las manos, este hombre se sienta hoy con la mirada perdida, reclam¨¢ndose boliviano e inocente, frente a un jurado que le acosa. Se queja de ello. Esta falta de memoria que se sienta en el banquillo se halla acosada por la historia. Ten¨ªa que ser as¨ª. El olvido no existe eternamente para beneficio de los que se han servido de ¨¦l. En eso la historia, que es un c¨²mulo de experiencias que a veces no sirve para nada, se porta francamente bien. La historia es una forma pausada de venganza contra los que no tienen memoria y simulan su cinismo llevando flores a las tumbas de sus v¨ªctimas. La simulaci¨®n de la inocencia es el ¨²ltimo golpe maestro de los culpables. Menos mal que los dem¨¢s siguen teniendo la memoria que permite salvar la libertad del agujero del olvido.
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