Kinnock invita a los brit¨¢nicos a poner fin a la "cadena perpetua del thatcherismo"
El l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nica y del laborismo, Neil Kinnock, invit¨® ayer al electorado brit¨¢nico a que pusiera fin a "la cadena perpetua del thatcherismo", que, seg¨²n ¨¦l, amenaza con convertirse en "una sentencia de muerte para las industrias, comunidades y esperanzas del pa¨ªs. Kinnock que, igual que la primera ministra, Margaret Thatcher, en la localidad escocesa de Perth, inici¨® ayer la campa?a electoral para las elecciones generales del 11 de junio en su Gales nativo, manifest¨® que "Gran Breta?a no aguantar¨ªa 13 a?os de thatcherism¨®", el total que estar¨ªa en el poder Margaret Thatcher, caso de ganar los pr¨®ximos comicios.
El escenario para el lucimiento de Kinnock en el disparo de salida para las elecciones estaba perfectamente escogido. El l¨ªder laborista, nacido hace 44 a?os en la peque?a localidad de Bedwellty, en el sur de Gales y representante de la circunscripci¨®n electoral de Islwyn, al norte de Cardiff, no s¨®lo no tiene ning¨²n problema con el Partido Laborista gal¨¦s, sino que es uno de sus h¨¦roes.Y como tal fue recibido por los 500 delegados en la clausura del congreso anual de los socialistas galeses, reunidos en la localidad veraniega y costera de Llandudrio, en el norte de Gales, cuando hizo su entrada, junto con su mujer y ferviente admiradora, Glenys, en el centro de conferencias de la localidad.Kinnock, que vest¨ªa un traje gris marengo con una rosa roja en la solapa, dio las gracias en gal¨¦s a sus partidarios ("Diolch Yn Fawr"), y entr¨® en seguida en materia prometiendo al auditorio que el pa¨ªs estaba "en las ¨²ltimas semanas de thatcherismo, en el ¨²ltimo mes de un Gobierno unipersonal".En una referencia directa a una reciente manifestaci¨®n de la primera ministra de que estaba dispuesta a presentarse no s¨®lo en estas elecciones, sino tambi¨¦n en las pr¨®ximas, Kinnock dijo que "Gran Breta?a no puede cumplir esa cadena perpetua que se convertir¨ªa en una sentencia de muerte para m¨¢s industrias, m¨¢s comunidades y m¨¢s esperanzas". Para el l¨ªder laborista, que habl¨® durante 45 minutos sin pr¨¢cticamente mirar sus notas, las nuevas ideas sobre privatizaci¨®n de escuelas, liberalizaci¨®n de rentas y pago de los servicios sanitarios no son sino "ideas abandonadas hace m¨¢s de 50 a?os".
Si pagar por recibir educaci¨®n era tan maravilloso, ?por qu¨¦ se calific¨® de salto hacia adelante la gratuidad de la ense?anza? Y si pagar por la sanidad era una bendici¨®n, ?porqu¨¦ se calific¨® el establecimiento del seguro de enfermedad como el logro principal de la posguerra?, se pregunt¨® Kinnock. Kinnock concentr¨® su artiller¨ªa m¨¢s pesada en atacar las cifras de desempleo, uno de los puntos d¨¦biles del Gobierno conservador, aunque las ¨²ltimas cifras publicadas ayer (3.020.000) suponen una baja en el n¨²mero total por d¨¦cimo mes consecutivo.
"La recuperaci¨®n de la que hablan los conservadores es un t¨¦rmino extra?o para un pa¨ªs con dos millones m¨¢s de parados que en 1979 (el a?o de la primera victoria de Thatcher), con el 20% menos de inversi¨®n en la industria manufacturera y que compra m¨¢s de 8.000 millones de libras [m¨¢s de un bill¨®n y medio de pesetas] en productos manufacturados de los que vende", dijo Kinnock.
El l¨ªder laborista calific¨® las recientes cifras econ¨®micas favorables al' Gobierno de "reducci¨®n en el nivel de declive" y manifest¨® que esa recuperaci¨®n se hab¨ªa producido porque los conservadores "hab¨ªan abandonado su pol¨ªtica tradicional". Los conservadores eran conscientes de que no pod¨ªan plantearse unas elecciones generales con su pol¨ªtica, y, por tanto, han tenido que convertir el palo en zanahoria (una t¨ªpica expresi¨®n inglesa), a?adi¨®.
Libertad controvertida
Kinnock advirti¨® a sus partidarios que los conservadores hablar¨ªan mucho de libertades en las pr¨®ximas semanas, pero que "los j¨®venes que no encuentran trabajo, los enfermos que tienen que esperar su turno para encontrar una cama en un hospital, las parejas que no encuentran piso, los viejos que no pueden encender las calefacciones en invierno y tienen miedo a salir a la calle por la noche, todos ellos no se sienten libres aunque viven en un pa¨ªs libre".El l¨ªder laborista, cuyo discurso puso varias veces en pie a sus paisanos y partidarios, inici¨® al final de su intervenci¨®n el canto del We shall overcome (Venceremos), el himno hecho famoso en las luchas por los derechos civiles norteamericanos en los sesenta.
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