Virtudes y vicios del Parlamento de Estrasburgo
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J. R. ENVIADO ESPECIAL Diecis¨¦is meses en la C¨¢mara de Estrasburgo han sido, para muchos eurodiputados espa?oles, un tiempo de desconcierto y adaptaci¨®n a un mecanismo operativo y unas funciones muy at¨ªpicas si se comparan con las de un Parlamento nacional. Ha sido la ¨¦poca de "conocer la casa", seg¨²n Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, de Euskadiko Ezkerra y miembro del grupo Arco Iris. "El aprendizaje ha sido duro y me sorprende lo bien que lo han hecho los espa?oles y su capacidad de reconversi¨®n", dice el eurodiputado socialista Xavier Rubert de Vent¨®s.
Los espa?oles se han adaptado a las virtudes y tambi¨¦n a los vicios de funcionamiento de la C¨¢mara de Estrasburgo, se?alan distintos observadores. Muchas de las virtudes provienen de las mismas condiciones en que se negoci¨® la adhesi¨®n de Espa?a a la CE. "Los griegos, por ejemplo, ahora quieren renegociarlo todo y los portugueses est¨¢n trabajando menos que nosotros", indica un parlamentario socialista. Pero tambi¨¦n ha existido una adecuaci¨®n al procedimiento y a la tendencia endog¨¢mica de Estrasburgo. "A la que te descuidas", a?ade el mismo parlamentario, puedes trabajar mucho para nada". "Los espa?oles tambi¨¦n han ca¨ªdo en la burocracia enorme de este Parlamento y en no ir al fondo de las discusiones, permaneciendo en cuestiones de r¨¦gimen y procedimiento".
El europeo es, adem¨¢s, un Parlamento enormemente individualista en el trabajo de los diputados, a diferencia de las C¨¢maras nacionales, en las que la labor se basa siempre en el grupo parlamentario. Ese individualismo choca con la disciplina de partido y con la proyecci¨®n de los m¨¦todos de actuaci¨®n en el Parlamento espa?ol, y en la que, seg¨²n diferentes observadores, han ca¨ªdo numerosos eurodiputados espa?oles. El seguimiento de la disciplina de partido tuvo quiz¨¢ su punto culminante en el caso de la no elecci¨®n de Bar¨®n.
En definitiva, seg¨²n un miembro de la representaci¨®n espa?ola, "Estrasburgo cambia a un pol¨ªtico. No es el mismo que antes, pues esta C¨¢mara es una escuela de h¨¢bitos democr¨¢ticos, algunos de los cuales todav¨ªa dejan bastante que desear en Espa?a".
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