Retegui II y Tolosa disputan la final manomanista profesional

Juli¨¢n Retegui, de 32 a?os, y Jos¨¦ Antonio Tolosa, de 31, protagonizar¨¢n hoy en San Sebasti¨¢n uno de los ritos anuales del deporte vasco. La interrupci¨®n del partido para el rezo del ¨¢ngelus y la cuant¨ªa de las apuestas hacen que la final del campeonato de pelota a mano para profesionales supere el ¨¢mbito estrictamente deportivo. Aunque la televisi¨®n vasca retransmitir¨¢ el encuentro en directo (11.30), el aforo del front¨®n de Anoeta est¨¢ vendido.

Ganar¨¢ quien logre antes 22 tantos. La final del a?o pasado enfrent¨® a los mismos jugadores, y Tolosa se qued¨® en 12. Los especialistas no descartan que esta vez pueda saltar la sorpresa, porque el aspirante ha jugado bien en las eliminatorias. Sin embargo, todos pronostican que Retegui se llevar¨¢ las 700.000 pesetas del ganador, m¨¢s el probable sobre extra con que la empresa organizadora suele obsequiar a los finalistas, si su comisi¨®n sobre las apuestas cruzadas en el front¨®n resulta cuantiosa.Retegui es uno de los pocos jugadores que miran d¨®nde est¨¢ su rival antes de golpear a la pelota. La inteligencia y la habilidad est¨¢n equilibradas en el estilo del campe¨®n, cuya fuerza muscular tampoco es despreciable, dada su condici¨®n de ex le?ador. Como McEnroe en el tenis, Retegui es particularmente peligroso cuando le toca servir, por su dominio de la jugada saque-volea. Frente a ello, Tolosa intentar¨¢ imponer sus tremendos pelotazos a los cuadros traseros para romper las manos del campe¨®n, m¨¢s fr¨¢giles que las del aspirante, y la precisi¨®n de sus dejadas para desgastar f¨ªsicamente a Retegui.

Los estudiosos discuten sobre si los ancestros de la pelota vasca se deben a los espartanos, los sardos o los mayas. Pero todos coinciden en que el apasionamiento con que los vascos viven este deporte es dif¨ªcilmente superable. Seg¨²n la Prensa local, que durante todo el a?o dedica una p¨¢gina diaria al deporte de la pelota, esta semana se han cruzado apuestas de un mill¨®n de pesetas contra 200.000 a favor de Retegui. Se trata de una inversi¨®n poco recomendable para los enfermos del coraz¨®n.