Inconvenientes de ser capital del reino
El madrile?o soporta desde el protocolo de las visitas oficiales a las manifestaciones de los provincianos ante los ministerios
Tres millones de madrile?os soportan diariamente los inconvenientes de vivir en la capital de Espa?a, gracia concedida por Felipe II en 1561. Al estr¨¦s que produce el mill¨®n de coches se unen los inconvenientes protocolarios, la gratuidad fiscal de las embajadas o la costumbre de manifestarse en Madrid, pese a la descentralizaci¨®n y al traslado de competencias. Todos los partidos pol¨ªticos prometen la Carta de Madrid, un estatuto especial para la ciudad cuya tramitaci¨®n ha sido retrasada por los socialistas a pesar de figurar desde hace cuatro a?os en el estatuto de autonom¨ªa
Los turistas tienen la suerte de fotografiar, algunos jueves del a?o, una comitiva que parece salida del siglo XIX. La berlina de gala -con seis caballos, portill¨®n, palafreneros, lacayos y cochero- y el coche llamado de Par¨ªs -dos caballos, cochero y lacayos- son escoltados por miembros de la Guardia Real a caballo en uniforme a la federica y del escuadr¨®n de la Polic¨ªa Municipal en traje de gala. En los coches viajan el embajador y el secretario de la embajada que van a presentar sus cartas credenciales al rey en el Palacio Real.La comitiva interrumpe el tr¨¢fico rodado, ya de por s¨ª lento, mientras recorre la calle Mayor desde el Ministerio de Asuntos Exteriores hasta la plaza de Oriente. Seg¨²n las estad¨ªsticas, el autom¨®vil no va mucho m¨¢s r¨¢pido que el caballo en esta ciudad. El pasado a?o, la velocidad media del tr¨¢fico rodado fue de 16 kil¨®metros por hora.
En el ¨²ltimo a?o el madrile?o ha sufrido los inconvenientes del protocolo motivado por la presencia de nueve jefes de Estado, seis jefes de Gobierno y 28 ministros de Asuntos Exteriores. Las medidas de seguridad se extreman. Los recorridos oficiales se hacen a toda velocidad, precedidos por motoristas de la unidad especial de tr¨¢fico de la Polic¨ªa Municipal. Muchos de ellos pertenecen a la secci¨®n acrob¨¢tica: conducen con las piernas, gesticulan con las manos y miran atr¨¢s para no despegarse y adelante para no estrellarse. No siempre lo consiguen.
Las visitas oficiales son un detalle m¨¢s de la pesada m¨¢quina administrativa. Madrid concentra la Administraci¨®n central, la provincial y la municipal. Para el madrile?o, la descentralizaci¨®n es un t¨®pico. La Administraci¨®n central posee 44.600 funcionarios s¨®lo para atender los servicios centrales, ubicados en Madrid. Sin contar los 30.000 funcionarios del Ayuntamiento y la Comunidad.
La entrada de Espa?a en la Comunidad Europea ha influido tambi¨¦n en la vida del madr¨ªle?o. Desde hace un a?o se celebran en la ciudad m¨¢s convenciones, m¨¢s congresos y m¨¢s ferias, mientras los coches apenas caben en las calles. De 1,2 millones de autom¨®viles, m¨¢s de 6.000 tienen matr¨ªcula oficial, con derecho a ocupar las zonas de aparcamiento que con car¨¢cter reservado existen en torno al millar de edificios oficiales.
'Manifest¨®dromo'
Otra prueba de que Espa?a sigue centralizada es la conversi¨®n de la Castellana por un manifest¨®dromo. Un conflicto social de provincias acaba inexplicablemente en la puerta de Alcal¨¢. Pese a que varias autonom¨ªas tienen su televisi¨®n, parecen m¨¢s interesantes las c¨¢maras de TVE o los peri¨®dicos de alcance nacional.Agricultores, mineros, jornaleros hacen el camino inverso hasta el kil¨®metro cero, situado en plena Puerta del Sol El sistema radial de las carreteras es un agravante m¨¢s a los problemas circulatorios. La utilizaci¨®n de un cintur¨®n inacabado como el de la M-30 no soluciona la situaci¨®n, al ser esta v¨ªa la utilizada por los propios madrile?os que huyen de atravesar el centro de Madrid. Algunos partidos, con motivo de las elecciones, han resucitado la vieja propuesta de construir la M-40.
El Ayuntamiento de la capital calcul¨® en 1986 los gastos fiscales que supone para Madrid ser la capital del Estado. El estudio indicaba, por ejemplo, que 81 edificios oficiales ten¨ªan reservados 1.576 metros lineales de calzada y 262 metros en bater¨ªa por los que no pagan nada. En total se dejan de percibir cerca de 2.000 millones de pesetas en concepto de contribuci¨®n urbana, plusval¨ªa, circulaci¨®n de veh¨ªculos y otros impuestos, sin incluir gastos de personal de seguridad y representaci¨®n. Barranco, actual alcalde, cuantifica en 11.000 millones lo que le cuesta a Madrid ser capital. Por estos motivos, todos los partidos coinciden en la necesidad de una carta especial para la ciudad m¨¢s poblada de Espa?a. El art¨ªculo seis del estatuto de autonom¨ªa de Madrid habla de dar un r¨¦gimen especial a la Villa de Madrid por su condici¨®n de capital del Estado. Una ley votada por las Cortes ha de determinar las relaciones entre las instituciones estatales, auton¨®micas y municipales.
En los cuatro a?os transcurridos desde que se aprob¨® el estatuto no se ha tramitado esta ley. El PSOE argumenta que esperaba a tener un sistema de financiaci¨®n para las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos. Ahora todos los partidos vuelven a recoger la propuesta. Mientras, y sin ning¨²n coste para el Estado, la ciudad sigue poniendo su infraestructura al servicio del Estado, y el ciudadano soportando incomodidades sin que se beneficie de las potenciales y no siempre claras ventajas de ser capital del reino.
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