Gorbachov y el aut¨®crata
RUMAN?A HA sido el ¨²ltimo pa¨ªs del bloque sovi¨¦tico visitado por Mijail Gorbachov. No se trataba de un viaje protocolario, aunque los signos externos de amistad se hayan multiplicado, como tampoco lo fueron los que ha realizado anteriormente a las otras capitales de Europa del Este. Por el alcance de la reforma que ha emprendido, Gorbachov tiene un inter¨¦s primordial en que ¨¦sta no quede aislada de la evoluci¨®n en el conjunto de los pa¨ªses de su bloque. El reconocimiento del papel "dirigente" de la URSS y del "modelo sovi¨¦tico" como ejemplo a seguir son elementos esenciales de la cohesi¨®n del Tratado de Varsovia, enlazados con sus contenidos militares y econ¨®micos. Cuando en la URSS se producen cambios como los actuales, el riesgo de de¨ªajustes es ineludible. Gorbachov necesita evitar que surjan grietas. Ello es importante con vistas a los sectores que en la URSS se oponen a la reforma. El secretario general quiere impedir que esa oposici¨®n pueda tener apoyos entre los pa¨ªses del bloque.Ruman¨ªa era la etapa m¨¢s compleja. Desde su llegada al poder, en 1965, Nicolae Ceaucescu ha explotado al m¨¢ximo el nacionalismo para crear una base de consenso popular a su pol¨ªtica. En cuestiones de pol¨ªtica exterior, como la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Checoslovaquia en 1968, las relaciones con China y con Israel, ha adoptado actitudes cr¨ªticas con respecto a la URSS. Ha sido en cierto modo la oveja negra del Tratado de Varsovia. Pero sus m¨¦todos de direcci¨®n son los m¨¢s autoritarios y r¨ªgidos de Europa del Este: una dictadura personal en toda regla, con sus secuelas de arbitrariedad, represi¨®n, corrupciones e ineficacia. El dogmatismo, el "culto a la personalidad" y el nepotismo han hecho de la direcci¨®n del partido un grupo de personas privilegiadas que cumplen las decisiones del jefe.
La nueva l¨ªnea sovi¨¦tica choca de lleno con el sistema vigente en Bucarest. Durante su visita, Gorbachov ha presentado las ideas centrales de su reforma como inherentes a un desarrollo socialista moderno. El contraste con la pr¨¢ctica de Ceaucescu, y con las tesis de r¨ªgida planificaci¨®n que ¨¦ste sigue defendiendo, ha sido visible. Hasta el viaje del l¨ªder sovi¨¦tico, la Prensa rumana ha hablado muy poco de la reforma de Gorbachov. Citaba de sus discursos sobre todo lo referente a cuestiones internacionales. Ese muro de silencio ha empezado a romperse, no sin dificultades, durante la estancia del l¨ªder sovi¨¦tico.
Hoy la posibilidad para Ruman¨ªa de seguir manteniendo posiciones heterodoxas en el Pacto de Varsovia se ha reducido en gran medida, a causa, en primer t¨¦rmino, de la situaci¨®n econ¨®mica absolutamente desastrosa en la que se encuentra. Las restricciones de energ¨ªa y la escasez de productos b¨¢sicos han tenido consecuencias terribles para la poblaci¨®n. Ruman¨ªa se mantiene gracias a los suministros de la URSS, que lela enviado el pasado a?o cuatro millones de toneladas de carb¨®n y seis millones de toneladas de petr¨®leo, adem¨¢s de gas y electricidad. Pravda lo ha recordado en v¨ªsperas de la visita de Gorbachov. Ceaucescu, por su propio inter¨¦s, no puede negar su apoyo al l¨ªder sovi¨¦tico. Y, sin embargo, no parece decidido a entreg¨¢rselo por completo. Una reforma del g¨¦nero gorbachoviano amenazar¨ªa la estabilidad en el poder del propio Ceaucescu, un verdadero aut¨®crata mimado a ojos ciegos por Occidente. Por eso, aunque durante la visita de Gorbachov han aparecido algunos signos de voluntad de cierta apertura rumana, tambi¨¦n se han manifestado otros en sentido contrario.
De Bucarest, Gorbachov se ha dirigido a Berl¨ªn Este para asistir al Consejo Pol¨ªtico del Pacto de Varsovia, en el que participar¨¢n los m¨¢ximos dirigentes de los pa¨ªses de dicho pacto. ?stos dar¨¢n su apoyo a la pol¨ªtica internacional que Gorbachov protagoniza, en un momento trascendente. Es probable el acuerdo entre la URSS y EE UU sobre los euromisiles, lo que impulsar¨ªa el proceso de distensi¨®n en Europa y a la vez consolidar¨ªa la pol¨ªtica de reformas en la URSS. A pesar de las oposiciones y contradicciones que ha provocado en diversos pa¨ªses del bloque oriental y dentro de la URSS, la l¨ªnea de Gorbachov se abre paso. Est¨¢n por ver las consecuencias internas que ello tenga en los pa¨ªses del ¨¢rea, y muy notablemente en la Ruman¨ªa de Ceaucescu.
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