La sombra del maestro
Con El eslab¨®n del Ni¨¢gara, Jonathan Demme ha hecho una curiosa y arriesgada excursi¨®n en un dif¨ªcil g¨¦nero, el thriller de intriga mitad por mitad polic¨ªaca y psicol¨®gica, que era el favorito de Alfred Hitchcock, y que algunos de sus tard¨ªos disc¨ªpulos norteamericanos comenzaron a resucitar hace unos a?os. Una de estas resurrecciones es este interesante filme, uno de los primeros de Demme, realizado en 1979 y ahora estrenado en Espa?a.La sombra del maestro brit¨¢nico inunda toda la pel¨ªcula. En algunas secuencias -por ejemplo, en la de la torre de la universidad- y en la secuencia final en el interior de los corredores del complejo tur¨ªstico de las cataratas del Ni¨¢gara-, la sombra de Hitchcock se alarga y llega a parecerse mucho a una inspiraci¨®n directa, a un "?qu¨¦ hubiera hecho ¨¦l?", pues la pl¨¢stica y el desarrollo de las citadas escenas parecen arrancados de alguna esquina in¨¦dita d¨¦ los papeles del autor de V¨¦rtigo, en la primera secuencia, y de Con la muerte en los talones, en la segunda.
El eslab¨®n del Ni¨¢gara
Direcci¨®n: Jonathan Demme. Gui¨®n: David Shaber, basado en la novela El treceavo hombre, de Murray Teigh Bloom. Fotograf¨ªa: Barry Malkin M¨²sica: Miklos Rosza. Producci¨®n norteamericana, 1979. Int¨¦rpretes: Roy Scheider, Janet Margolin, John Glover, Sam Levene. Estreno en Madrid: cines Amaya y T¨ªvoli.
Hay otras huellas de otras pel¨ªculas de Hitchcock en El eslab¨®n del Ni¨¢gara, y es un agradable ejercicio para los conoce dores de su cine intentar descubrirlas. El disc¨ªpulo Demme, sin embargo, no hace una pel¨ªcula exclusivamente, reverencial, sino que ofrece giros y apuntes con intenso sabor a propios y que explican en parte el alza del prestigio de este cineasta en los ¨²ltimos a?os, lo que le ha permitido alcanzar un lugar reconocible en el actual cine independiente norteamericano.
Riesgo
Si la pel¨ªcula se contempla exclusivamente bajo el peso de la presencia en ella de la sombra penetrante del maestro, se corre el riesgo de perder algunas de sus singularidades, que las tiene. Con alguna torpeza en la caligraf¨ªa, Demme crea y desarrolla ideas visuales a veces muy vigorosas. Dosifica muy bien los diferentes escalones de la intriga, hace cre¨ªble el rocambolesco personaje que interpreta Janet Margolin -no tanto el de su oponente, Roy Scheider- y pone en bandeja un magn¨ªfico juego coral de actores secundarios que se relevan unos a otros en un ascenso de inter¨¦s muy eficaz.El filme es tenso, se sigue bien, divierte, a veces despista y, cuando el espectador cree haberse extraviado, Demme vuelve a orientarlo, lo que pone de manifiesto que este cineasta rueda para el espectador, conoce su capacidad de espera y de los l¨ªmites de su impaciencia. Un buen producto de segunda fila, cuya mayor originalidad est¨¢ en su riesgo: el que Demme acepte el reto de ser comparado con lo incomparable.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.