Directores de 15 pa¨ªses debaten en Madrid la extra?a identidad del cine europeo
Cineastas y soci¨®logos de 15 pa¨ªses de Europa se reunieron la pasada semana en Madrid para debatir sobre el Cine europeo en Europa, t¨ªtulo del encuentro celebrado en la Sociedad General de Autores. Entre las opiniones de los 37 delegados sobresali¨® la idea de que el cine europeo sucumbir¨¢ mientras no recupere la iniciativa cultural y al p¨²blico mediante "un fant¨¢stico ejercicio de creaci¨®n".
La capacidad de penetraci¨®n de la colosal industria estadounidense se mantendr¨¢ si el cine europeo, aun arropado con ayudas estatales, no consigue remontar el vuelo creativo. ?sta fue una de las ideas finales que se presentaron el pasado s¨¢bado, durante una rueda de conclusiones.La idea de una identidad cinematogr¨¢fica com¨²n a todos los pa¨ªses representados en la reuni¨®n -los de la Comunidad Europea, excepto Luxemburgo, adem¨¢s de Austria, Finlandia, Hungr¨ªa y Suiza-, se fue diluyendo con las referencias a los diferentes idiomas y al hecho de que dentro de Europa existe un ¨¢rea anglosajona con problemas especiales y unas cinematograf¨ªas ricas econ¨®micamente frente a otras indigentes.
"El mercado norteamericano" que nos ataca e invade, tiene una unidad, f¨¢cil de digerir, mientras que en Europa la diversidad abarca todos los aspectos", dijo el director Jordi Grau, coordinador de las jornadas y representante de la Asamblea de Directore s-Realiz adores Cinematogr¨¢ficos Espa?oles (ADIRCE), entidad organizadora a instancias de la Federaci¨®n Europea de Realizadores Audiovisuales (FERA). "Nuestra defensa es aceptar esa diversidad con ganas", a?adi¨®.
Unirse al v¨ªdeo
De aspectos menos te¨®ricos trat¨® el realizador brit¨¢nico Peter Duffell, que se mostr¨® preocupado porque la influencia del v¨ªdeo y de la televisi¨®n ha cambiado los h¨¢bitos de ocio en el p¨²blico: "Las condiciones reales indican que no podremos derrotar al v¨ªdeo". Se?al¨® que en pocos a?os se lograr¨¢ una pantalla de v¨ªdeo de grandes dimensiones y alta definici¨®n, por lo que, "de cara a eso", dijo, "debeinos atender la protecci¨®n de nuestros intereses cinematogr¨¢ficos". "No nos dejemos atrapar por nuestro amor al cine cl¨¢sico", sentenci¨®, "sino afrontar el reto de la tecnolog¨ªa de un inminente futuro".Estas ideas fueron contestadas por el realizador franc¨¦s Claude Weisz, que advirti¨® sobre los peligros de someterse a las cuotas de producci¨®n y a las servidumbres de ese medio y de las televisiones comerciales. Weisz reivindic¨® en el cine europeo "un espacio para los autores", y sobre la uniformidad del cine norteamericano, que vende un modelo de vida que no conoce fronteras y ha creado un universo m¨ªtico, incidi¨® en la recuperaci¨®n de unos mitos europeos que puedan atraer a la gente joven.
El director austriaco Bernard Frankfurter dijo que "hablar de identidad se convierte en un problema de supervivencia". Gy?rgy Baron, cr¨ªtico h¨²ngaro, quiso demostrar las servidumbres de esa diversidad preguntando: "?Alguien aqu¨ª habla h¨²ngaro?". Ante el silencio, expuso una serie de preguntas en correcto ingl¨¦s.
Sebasti¨¢n Moreno y Carlos Benpan, representantes de Catalu?a, dijeron que adem¨¢s de que los cineastas obtengan ventajas fiscales y otro tipo de ayudas legislativas, ya sea a nivel nacional o a trav¨¦s de organismos internacionales, la re`cuperaci¨®n de la iniciativa cultural y un "fant¨¢stico ejercicio de creaci¨®n", son la f¨®rmula para recuperar al p¨²blico y competir. El director J. Vasconcelos, de Portugal, concluy¨®: "Se hacen muchas pel¨ªculas en Europa, pero faltan aquellas que convierten al espect¨¢culo del cine en un espect¨¢culo popular".
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