Punter¨ªa
La historia de la guerra no s¨®lo es la historia de la velocidad, como afirma Paul Virilio, sino de la punter¨ªa. Poco importa que los ej¨¦rcitos tengan mucha movilidad, si despu¨¦s, frente al enemigo, yerran el tiro. En situaci¨®n de empate inicial, decide la punter¨ªa. Digo empate porque la contienda exige equilibrio de fuerzas y armamentos; de lo contrario, la guerra se transforma en invasi¨®n, genocidio, merodeo, correr¨ªa o pillaje. La jurisprudencia mitol¨®gica confirma la hip¨®tesis. La punter¨ªa era el don que los dioses conced¨ªan a sus h¨¦roes favoritos; un don mucho m¨¢s preciado que el de la fuerza. Desde la honda de David hasta el Colt 45 de Gary Cooper, pasando por las flechas de Diana cazadora, Guillermo Tell y Robin de los bosques.Aquel don divino de la punter¨ªa se ha convertido en ciencia exacta. A los grandes ej¨¦rcitos ya no se les supone valor, patriotismo, sacrificio y toda la imp¨²dica letan¨ªa castrense; se les supone punter¨ªa. Nunca fallan. Donde ponen el ojo electr¨®nico ponen la bala nuclear. ?sa es la gran obscenidad del misil: no su capacidad de destrucci¨®n, sino su infal¨ªbilidad. Por eso los dos duelistas permanecen tan quietos en medio de la calle mayor. Est¨¢n paralizados por exceso de punter¨ªa. A veces fingen dormirse delante de las pantallas de radar para echarle emoci¨®n a la pel¨ªcula. O, lo m¨¢s tr¨¢gico, utilizan a los colonos de sus ranchos perif¨¦ricos para armar escabechinas de arcaica punter¨ªa, no sea que decaiga el negocio b¨¦lico del gatillo. Distinguen estos d¨ªas entre guerra nuclear y convencional a prop¨®sito de las opciones cero y supercero, y hablan de sustituir los euromisiles infalibles por los falibles eurofusiles. De lo que realmente se trata es de reintroducir en Europa el abandonado concepto de punter¨ªa. Estoy hecho un l¨ªo. Me horroriza la sola idea de punter¨ªa nuclear como ciencia exacta. Ahora bien, no logro olvidar que todas las guerras de la historia de Europa fueron guerras de vieja punter¨ªa. Nos hacen escoger entre morir de miedo por el misil matem¨¢tico y el rom¨¢ntico balazo convencional.
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