40.000 marroqu¨ªes en la 'marcha de la felicidad'
Unas 40.000 personas llegadas de todos los rincones de Marruecos desfilaron el s¨¢bado ante el rey Hassan II en el primer acto p¨²blico, de extraordinario colorido y animaci¨®n, de estas fastuosas bodas entre su hija, la princesa Lalla Asma, de 21 a?os, y el joven millonario Jalid Buchentuf, de 27.Los novios, que no aparecen en lugares de honor p¨²blicos durante las celebraciones, siguieron, ella desde una discreta terraza y rodeada de mujeres, y ¨¦l entremezclado con su familia en la tribuna de invitados, la ceremonia, que representaba el testimonio de j¨²bilo, fidelidad y alegr¨ªa del pueblo hacia el rey por el acontecimiento.
El protagonista exclusivo fue Hassan II, y el escenario, el mechuar del palacio real de Marraquech. El rey, flanqueado a su derecha por el pr¨ªncipe heredero saud¨ª, Abdal¨¢ Ibn Abdelaziz, y a su izquierda por el ex presidente de Sud¨¢n, general Sawar El Dahab, salud¨® durante dos horas, a veces de pie y con los brazos extendidos, desde una tribuna cubierta, el paso de las 42 delegaciones de las zonas administrativas del reino (provincias y wilayas), animado todo ello por grupos musicales y de danza, que convert¨ªan el desfile en un espect¨¢culo multicolor, lleno de luz y sonido. En cada delegaci¨®n figuraban, en carrozas meticulosamente adornadas y tiradas por dos caballos, las 250 parejas que celebran estos d¨ªas sus bodas al mismo tiempo que la princesa y cuyo coste sufraga el rey con motivo del acontecimiento.
Los animadores de este magno desfile lo defin¨ªan como la marcha de la felicidad y tuvieron palabras de elogio mayor al paso de las delegaciones de Agadir, Tantan, Smara y el Aai¨²n, con las que se record¨® otro acto multitudinario, la marcha verde, que se calific¨® a trav¨¦s de los altavoces como "la epopeya mayor del siglo".
Lalla Asma sigui¨® el acontecimiento desde la lejan¨ªa de una discreta terraza, fuera del objetivo fotogr¨¢fico, rodeada de mujeres. A su derecha estaba la reina Noor de Jordania, y a su izquierda, la infanta Elena de Espa?a.
En esta ceremonia se le presentaron al rey las ofrendas tradicionales marroqu¨ªes de matrimonio, que est¨¢n cargadas de un exquisito significado simb¨®lico. La alhe?a, como protector del mal de ojo; las velas y los cirios, como luz del hogar; el az¨²car y los d¨¢tiles, como garant¨ªas de la dulzura de la vida conyugal, y el s¨¢ndalo y la goma ar¨¢biga, como el b¨¢lsamo que perfumar¨¢ la morada de la pareja.
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