Villa Kolongo o la c¨¢mara de los horrores
Estudiantes que ocupan la antigua mansi¨®n de Bokassa en Bangui disculpan al ex emperador centroafricano
"En este gran frigor¨ªfico dicen que encontraron el cad¨¢ver del profesor que se comi¨® Bokassa", se?ala el joven mientras se afirma en el suelo para abrir la gran puerta de una de las c¨¢maras de los horrores de la villa Kolongo. ?sta fue una de las mansiones del ex emperador y, seg¨²n cuentan, el lugar donde cometi¨® personalmente sus cr¨ªmenes m¨¢s atroces. El cad¨¢ver al que alude el joven cicerone constituye uno de los temas clave de la acusaci¨®n fiscal para probar el canibalismo del que fue aprendiz de Napole¨®n.
ENVIADA ESPECIAL, "La verdad es que no hay pruebas reales sobre el tema", afirma el joven. "Se hablade restos humanos y del cad¨¢ver del profesor despedazado, pero nadie lo ha comprobado personalmente, ni siquiera la familia de la v¨ªctima."Villa Kolongo es, hoy uno de los circuitos tur¨ªsticos m¨¢s visitados en la capital de la Rep¨²blica centroafricana, Bangui, a pesar de que, oficialmente, unos vigilantes proh¨ªben la entrada a extra?os. Generalmente, un anciano gu¨ªa es el encargado de las visitas. Se ha hecho famoso con los mil y un relatos de terror sobre lo que all¨ª ocurri¨®. Pero es d¨ªa de fiesta y los ¨²nicos que circulan por los pasillos del abandonado conjunto residencial. son los estudiantes de las facultades de Derecho y Ciencias Econ¨®micas, que, desde hace un a?o, se han trasladado al ¨²nico edificio en buen estado de villa Kolongo ante la insuficienCia de aulas en la Universidad de Bangui.
Los estudiantes fueron quienes, en abril de 1979, dieron comienzo a la revuelta contra el emperador y los que dieron pie a la operaci¨®n Barracuda francesa y el derrocamiento de Jean Bedel Bokassa, el 20 de septiembre de ese a?o, para, seg¨²n la versi¨®n oficial, evitar males mayores. Sin embargo, ahora son los propios estudiantes quienes no est¨¢n de acuerdo con la postura inflexible del fiscal en el juicio que se inici¨® en noviembre pasado, tras el regreso de Bokassa a su pa¨ªs, y que, en principio, deber¨ªa concluir el pr¨®ximo viernes. "Bokassa fue un tirano, pero ¨¦l es quien lo ha hecho todo: los hospitales, las escuelas, el aeropuerto e incluso la propia uni,versidad", en la que ahora estudiarnos", afirma Gabriel.
"Sus m¨¦todos no fueron ciertamente los legales, puesto que ¨¦l, cuando se propon¨ªa algo, simplemente cog¨ªa el dinero y, sin m¨¢s, pon¨ªa manos a la obra; pero tambi¨¦n es cierto que su formaci¨®n no le permit¨ªa discernir entre lo que se pretende y desea hacer y las v¨ªas para lograrlo".
Un poco m¨¢s all¨¢, cerca de la entrada, un compa?ero se?ala la jaula de los leones que, se dice, se alimentaron de los enemigos de Bokassa. Delante de las jaulas est¨¢ un estanque vac¨ªo en el que el emperador ten¨ªa su colecci¨®n privada de caimanes.
"Una ¨¦poca terrible"
M¨¢s all¨¢ del muro que limita villa Kolongo, corre el r¨ªo Obangui. "Fue una ¨¦poca terrible y muchos, al saberse ca¨ªdos en desgracia ante el emperador, huyeron a Zaire, al otro lado del r¨ªo", a?ade Gabriel. "Pero, como los abogados franceses han dicho, ni Bokassa cometi¨® todos los cr¨ªmenes que se le imputan ni fue el ¨²nico responsable".Su compa?ero subraya: "Todos ten¨ªamos miedo y, unos por no comprometernos, y otros por sacar provecho de la situaci¨®n.. Pero la verdad es que nadie se opuso realmente al despotismo del emperador. "Bokassa fue un jefe duro, con sus defectos, pero, al fin y al cabo, un verdadero jefe. El Gobierno ahora quiere condenarle porque sabe que, si hubiese elecciones y Bokassa se presentara, ganar¨ªa, sin duda", asegura otro estudiante.
"Temen que Bokassa, si se queda en el pa¨ªs, arrebate otra vez el poder, porque hay muchas tribus en el pa¨ªs, adem¨¢s de la suya, que todav¨ªa le quieren", a?ade.
En una de las habitaciones, sin cristales, hay restos de una cama redonda de madera y de un lujoso sill¨®n. Al fondo hay una gran ba?era circular.
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