Apogeo del 'cubata' callejero
El dise?o de elite llega a la nueva temporada de las terrazas madrile?as
Las terrazas de verano han sentido en Madrid una proliferaci¨®n que supera el 300% respecto al a?o anterior. Las solicitudes de concesiones se acumularon desde el oto?o pasado en las dependencias del Ayuntamiento. De haberlas concedido todas, Madrid ser¨ªa una terraza, grande y ¨²nica, de Villaverde a Fuencarral. Es el caso del paseo de la Castellana, que acumula instalaciones provisionales desde Atocha hasta m¨¢s arriba de los Nuevos Ministerios.
Es un boom que tiene su explicaci¨®n en que cada vez menos personas abandonan la ciudad en el verano y el turismo urbano aumenta geom¨¦tricamente.Las terrazas del centro suelen abrir a partir del mediod¨ªa. Desde esa hora cuentan con clientela, ya sea ocasional y de paso, o los habituales del aperitivo. En Madrid se han aprovechado muchos espacios bald¨ªos, en zonas verdes de las grandes avenidas, para instalar lo que sin duda es un factor b¨¢sico de animaci¨®n de la ciudad durante la estaci¨®n estival.
Uno de los socios de una terraza de Chamber¨ª dice que este verano los beneficios ser¨¢n de 3.5 millones de pesetas, y esto a pesar de que la concesi¨®n y los impuestos han subido con respecto al a?o anterior. La meteorolog¨ªa es parte funda mental del negocio: mientras m¨¢s temprano empiece el buen tiempo y m¨¢s tarde acabe, m¨¢s larga vida tendr¨¢ la terraza.
Ya de los establecimientos tradicionales queda poco, apenas algunas estoicas instalaciones que han resistido la cruel avalancha de la competencia como los puestos acristalados de la plaza de Alonso Mart¨ªnez y Cibeles. Las m¨¢s modestas han sido sustituidas por instalaciones mucho m¨¢s terminadas e imaginativas donde entran en juego factores est¨¦ticos menos recurrentes. De hecho, algunos patrones avispados han encargado sus establecimientos temporales a conocidos arquitectos, que han cobrado sus proyectos en consonancia. Se trata de m¨®dulos desmontables y apilables que permiten un c¨®modo almacenamiento para la hibernaci¨®n. Algunas terrazas han aceptado publicidad de las casas de bebidas y hasta de una conocida firma de ropa vaquera.
Los reclamos son variados. En los jardines del Descubrimiento de la plaza de Col¨®n, una carabela con las velas de ne¨®n rosa y azul. En la calle de Ortega y Gasset, tambi¨¦n el ne¨®n y las columnas de vago aire posmoderno. Hay otras que ofertan el sitio, como la de la plaza del Conde de Barajas, el privilegio de tener en pleno casco urbano un sitio recoleto y tranquilo para disfrutar la horchata a la sombra.
Los dise?adores prefieren los materiales ligeros (aunque en la Castellana hay una terraza que m¨¢s parece un templo asirio hecha con planchas industriales de acero), la madera pintada de blanco. Al respecto dice un arquitecto de terrazas: "Este a?o en nuestro estudio hemos hecho varios proyectos que ya se han realizado. Se trata de hacerle al paseante de la meseta la ilusi¨®n de que la terraza es un chiringuito playero, que est¨¢ en un sitio refrescante y relajado, eso sobre todo".
El caso m¨¢s notorio es el del paseo de la Castellana y su prolongaci¨®n del paseo del Prado. Esta arteria de la ciudad se ha convertido en una terraza corrida desde Atocha hasta m¨¢s all¨¢ de Azca y los Nuevos Ministerios. Haciendo el recorrido, se encuentran varias terrazas con peque?a orquesta y espacio para bailar. Ir de terrazas es la aventura de moda en Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.