'Mamonada'
Manuel Summers no siempre ha sido justamente tratado por los cr¨ªticos, las m¨¢s de las veces por culpa de ¨¦stos, que con frecuencia no hemos sabido ver las acusadas e interesant¨ªsimas peculiaridades de su mejor cine.Pero este mejor cine de Summers deja suponer que de sus manos sale de cuando en cuando otro peor, e incluso mucho peor, y este Sufre, mam¨®n reci¨¦n estrenado y con ambiciones de convertirse en la "pel¨ªcula del verano" -t¨ªtulo casero que bien puede conseguir dadas sus digestivas caracter¨ªsticas comerciales- es un buen ejemplo de c¨®mo el propio Summers ofrece a veces en bandeja razones a sus detractores.
Esta pel¨ªcula ha sido cosida con hilvanes muy elementales y no pasa de ser un c¨¢lculo de rentabilidad a dos bandas: una, sacarle en la pantalla el jugo a la popularidad que ha conseguido el grupo de m¨²sica rock Hombres G, y otra, agudizar con un floj¨ªsimo guiso cinematogr¨¢fico el alcance de esa popularidad. Sufre, mam¨®n, no es en este sentido m¨¢s que un soporte convencional y artificioso para convocar en los cines a las muchachas y muchachos fans de Hombres G, ahora que se acerca su rentable ¨¦poca de giras veraniegas. La pel¨ªcula extrae dividendos del grupo, y viceversa. Ah¨ª empieza y acaba todo la enjundia del filme.
Sufre, mam¨®n
Direcci¨®n y gui¨®n: Manuel Summers. Producci¨®n: Jos¨¦ Frade. Espa?ola, 1987. M¨²sica: grupo Hombres G. Int¨¦rpretes: Hombres G, Marta Madruga, Luis Escobar, Antonio Gamero. Estreno en Madrid: cines Rialto y Vergara.
Doble c¨¢lculo
Como c¨¢lculo comercial, la pel¨ªcula es, por consiguiente, sagaz, incluso por lo que su elementalidad cinematogr¨¢fica tiene tambi¨¦n de buscado, de calculado. Para los seguidores incondicionales -que son sus ¨²nicos destinatarios- del grupo rockero Hombres G, Sufre, mam¨®n ser¨¢, sin duda, satisfactoria, pues Summers cuenta con suficiente dominio de su oficio para que su simple caligraf¨ªa de cineasta experto lo garantice. Pero para quienes no entren ni salgan en la ¨®rbita de la popularidad extracinematogr¨¢fica de sus protagonistas, Sufre, mam¨®n no pasar¨¢ de ser, en frase de una airada joven espectadora, probablemente partidaria de otro grupo rockero, "una mamonada", frase que por poco provoca una batalla a la salida del cine donde la pel¨ªcula se estren¨®.En este pobre marco de cine que busca sin disimulo la resultoner¨ªa y la superficialidad como bazas para su ¨¦xito, los defectos del filme no cuentan, pues ¨¦ste es un puro apa?o que no resistir¨ªa un an¨¢lisis.
Pero hay, no obstante, en ¨¦l, aunque muy pocas, gotas del gran talento de Summers, adem¨¢s de la ligereza de la factura y de la solvencia del ritmo. Estas gotas est¨¢n en las escenas de la clase y en especial en el personaje que interpreta, con gracia y maestr¨ªa, Antonio Gamero, que recuerdan al mejor Summers, un cineasta capaz de hacer un cine propio, discernible al primer golpe de vista.
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