Harry Lime, el primer hombre
Mil consideraciones pueden salir tras el visionado de El tercer hombre, obra maestra de Carol Reed realizada en 1949, as¨ª como cientos de an¨¦cdotas jalonaron su concepci¨®n, desde unas escuetas palabras de Graham Greene ("Hac¨ªa ya una semana que hab¨ªa ido a despedir los restos de Harry, por lo cual fue absoluta mi incredulidad cuando le vi pasar ante m¨ª, sin dar se?ales de reconocerme, entre la multitud de desconocidos del Strand") escritas precipitadamente en un papel como germen de su gui¨®n para Alexander Korda, hasta el v¨ªa crucis f¨ªsico y espiritual que hubieron de seguir sus responsables para dar con un Orson Welles europeo aquellos d¨ªas enfrascado en el martirologio de su Macbeth.Afortunadamente todo sali¨® a pedir de boca y de celuloide y hoy es una cinta m¨ªtica y adorada por las mentes sensibles con, entre otros muchos, -momentos tan inolvidables como el de la aparici¨®n f¨ªsica del siempre omnipresente Harry Lime, acariciada su pierna por un manso gatito, desvelada su cara por una luz indirecta. El tercer hombre es una pel¨ªcula precisamente de luces indirectas, de humedades y tinieblas en una desgarrada Viena de posguerra, ah¨ª donde reina la guerra fr¨ªa y la pasi¨®n caliente.
De no ser por esa atm¨®sfera, El tercer hombre menguar¨ªa su potente aleaci¨®n, pero recordemos que no s¨®lo es eso lo que da a la pel¨ªcula su dimensi¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ contagiada, detr¨¢s de su fachada de suspense, de un asfixiante discurso humano. Harry Lime, un nuevo monsieur Verdoux, se cuestiona los l¨ªmites de la crueldad humana (recurriendo a frases antol¨®gicas, como la que pat¨¦ticamente compara la magnitud art¨ªstica del imperio de los Borgia con 500 a?os de democracia suiza y un solo beneficio hist¨®rico: el reloj de cuco) y, desde la noria, endiosado, contemplando el mundo en miniatura, reconoce la necesidad de beneficiarse de ¨¦l y recuerda que m¨¢s v¨ªctimas tuvo la guerra y todas convenientemente legalizadas.
Al son de la inmortal c¨ªtara que toca Anton Karas, visualiza da por el ojo pertinaz de-Robert Krasker, y poderosamente influenciado Carol Reed por la est¨¦tica wellesiana (inevitable, teniendo en cuenta el entusiasmo de Orson Welles por la pel¨ªcula), El tercer hombre es un objeto precioso y venerable por el que no es posible que pase el tiempo. A no ser que pase para embellecerla cada d¨ªa m¨¢s.
El tercer hombre se emite hoy, por TVE-2, a las 21.20
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.