Dacia Maraini: "Detr¨¢s de cada lucha siempre se esconde el poder"
La escritora italiana presenta en Madrid su obra 'Netocka'
La escritora italiana Dacia Maraini, directora del teatro de la Magdalena de Roma, ¨²nica sala estable de teatro feminista de Europa, se encuentra en Madrid con motivo de la presentaci¨®n en Espa?a de su obra Netocka, basada en un texto p¨®stumo e inacabado de Dostoievski. La autora, especialmente conocida en nuestro pa¨ªs por el gui¨®n de cine realizado para la pel¨ªcula de Marco Ferreri La historia de Piera, piensa que tanto en la lucha feminista como en otras siempre se esconde detr¨¢s el poder".
En su teatro, el de la Magdalena, de Roma, ¨²nico feminista de Europa, y que subsiste con una m¨ªnima subvenci¨®n, no se llevan a cabo s¨®lo actividades relacionadas con la escena, sino que viene a ser como una plataforma de discusi¨®n y encuentro de las feministas romanas, adem¨¢s de plantear, con formas teatrales, los problemas de la mujer. "El nuestro no es un teatro pol¨ªtico", comenta Dacia Maraini, "no es un panfleto, nos preocupa especialmente la calidad, y la profesionalidad de todas nosotras est¨¢ fuera de toda duda".?sta, es la segunda obra que se presenta en Espa?a de la autora italiana, de quien se estren¨® en 1983 una muy personal, versi¨®n de Maria Estuardo, en la que tomaba como pretexto la naraci¨®n de Schiller, aunque de ¨¦l s¨®lo quedara una sombra. Esta obra, dirigida por Emilio Hern¨¢ndez e interpretada por Mag¨¹i Mira y Mercedes Sampietro, era una verdadera apolog¨ªa feminista llena de calidad.
En Netocka, dirigida por Vera Bertineti -conocida por su direcci¨®n de ¨®peras-, s¨ª queda mucho de Dostoievski, aunque la obra ha sido transformada por Maraini. La historia cuenta una gran relaci¨®n de amor fallida de la protagonista con su padre. "Lo presento en forma de tres mon¨®logos", comenta la autora, "las tres actrices que est¨¢n en escena no entablan ning¨²n di¨¢logo entre ellas, y narran la historia cada una desde su propio personaje y su propio punto de vista".
Dacia Maraini -que, en contra de lo que se incluye en algunas biografias suyas, no s¨®lo no ha ejercido nunca de actriz, sino que le producen terror los escenarios y ni la insistencia de Antonioni para que interviniera en Desserto rosso venci¨® su miedo a la cuarta pared- ha colaborado con numerosos cineastas. A lo largo de su carrera, iniciada hace tres d¨¦cadas, ha alternado novela, teatroy cine. Ha colaborado entre otros directores, con Pier Paolo Pasolini, con quien le un¨ªa una gran amistad. Durante los primeros a?os le fue duro darse a conocer. Ya en 1969 cre¨® un teatro descentralizador, formado exclusivamente por mujeres y en los ¨²ltimos a?os su nombre ha saltado casi de la nada a la fama, siendo traducida y esce nificada en numerosos pa¨ªses y vi¨¦ndose obligada a viajar constantemente para presentar sus obras.
Dacia Maraini tiene claro que actualmente ha accedido a una forma de poder. "Est¨¢ claro que detr¨¢s de cualquier lucha siempre hay una cuesti¨®n de poder", comenta; "el poder puede ser justo y significar libertad; lo importante es que no se convierta en un instrumento de opresi¨®n para los otros. Es importante mantener relaciones con el mundo femenino, nunea olvidarlo y saber que hay cosas a las que accede el hombre que no se deben desear para ninguna mujer, y, l¨®gicamente, tampoco para ellos".
Mientras que los guiones de cine, como La historia de Piera, que dirigi¨® el italiano Marco Ferreri, y las obras de teatro son afrontadas con cierta continuidad por esta autora, las novelas que escribe sufren un lento proceso de a?os para darlas por terminadas. Por otra parte, para ella el teatro y el resto de la literatura son dos mundos completamente diferentes: "Las novelas hablan del paso del tiempo, son un pasaje en el que se habla del pasado, el presente y el futuro. En el teatro todo es presente, tambi¨¦n cuando se habla del pasado se convierte en presente, porque el teatro ocurre a trav¨¦s del ahora, es como una fosilizaci¨®n del presente. Hay cosas que no se pueden contar en ambos medios literarios".
En cuanto a la lucha feminista, en la que se encuentra desde hace a?os, piensa que hay que cambiar las formas de batallar: "No se pueden usar siempre las mismas armas, pero es preciso continuar".
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