Desastre del supermercado

Se?or director: el desastre del supermercado de Barcelona ha dado ya mucho p¨¢bulo a los medios de formaci¨®n de masas; no queriendo contribuir a ello ni con s¨®lo un art¨ªculo, me limito a esta precisa carta.Es claro para cualquiera, por m¨¢s que se le embrolle, que esas muertes se han producido por la colaboraci¨®n entre a) una organizaci¨®n de las que matan por ideas, y b) la direcci¨®n del centro comercial y las autoridades estatales o paraestatales: pues, como suele razonarse en la atribuci¨®n de causas, si una de las dos partes no hubiese colaborado con lo suyo, el desastre no se habr¨ªa producido.

Ahora bien, a los que colaboran en una empresa se las llama normalmente amigos, aliados, socios, colaboradores.

Esta asociaci¨®n y hermandad, que ordinariamente se disimula, entre las instituciones del capital y del Estado y aquellos a los que ellos llaman terroristas, deber¨ªa al menos estallar de claridad en tan negras ocasiones como ¨¦sta.

Al capital y Estado ya les habr¨¢n dicho m¨¢s de una vez, por el lado de derechas, que son ellos los verdaderos terroristas, los que administran cada d¨ªa la muerte de la gente por ideas, que en definitiva son dinero.

Conviene tambi¨¦n que a las bandas armadas se les diga, del lado del rev¨¦s, que son ellos, asi mismo, al reproducir en breve y violento los mismos procedimientos de administraci¨®n de muerte, colaboradores y sustentadores del capital y del Estado (y de paso, naturalmente, de los medios de formaci¨®n de masas)

Bajo los unos y los otros en conjunto perece el pueblo, que compra lo que le venden y tiene las ideas que le mandan.

Para lo que sirva, le pido (s¨®lo si puede ser ¨ªntegra y literal) la publicaci¨®n de la presente, con mis saludos distinguidos.- Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo. .