EE UU necesita tropas en el continente
El art¨ªculo de Zbigniew Brzezinski (EE UU, entre la guerra del Golfo y el fortalecimiento de la OTAN, EL PA?S, 22 de junio) contiene viejas ideas con nuevas envolturas. Aunque encubierta por la urgencia de las operaciones de Estados Unidos en el Golfo desde que el nav¨ªo estadounidense Stark fuera alcanzado por misiles iraqu¨ªes, su propuesta de incrementar las fuerzas en el Golfo o en otras partes, al tiempo que se reducen las nuestras en Europa, tiene fallos fundamentales.Brzezinski dice que, puesto que nuestros aliados de la OTAN no nos ayudar¨¢n lo suficiente con responsabilidades globales, nosotros debemos retirar 100.000 soldados de Europa occidental, la regi¨®n estrat¨¦gica en la que ¨¦l juzga "menos probable" una amenaza militar directa, y aumentar nuestras capacidades en el Golfo, "la regi¨®n en la que la amenaza es m¨¢s probable".
Pero es la propia presencia de nuestras fuerzas en la Europa de la OTAN la que ha garantizado all¨ª la estabilidad y permitido las cr¨ªticas que la califican como el ¨¢rea de amenaza menos probable. Retiremos esas fuerzas y se convertir¨¢ en el ¨¢rea con mayores probabilidades de ser atacada. El hecho es. que que nuestras propias fuerzas desplegadas en primera fila, junto con las de nuestros aliados, proporcionan hoy, y ser¨¢ necesario que la sigan proporcionando, la fuerza de combate dispuesta a rechazar un ataque del Pacto de Varsovia hasta que lleguen los refuerzos previstos en los planes de la OTAN.
Incluso dando por sentada la necesidad de fuerzas adicionales para el Golfo, tenemos ya unas 20 divisiones estadounidenses entre activas y en reserva que no est¨¢n desplegadas en el extranjero ni inclu¨ªdas en los planes para el. suroeste asi¨¢tico. Con la existencia de esas divisiones, ?qu¨¦ l¨®gica posible existir¨ªa en el hecho de retirar fuerzas de Europa?
Adem¨¢s, resulta dif¨ªcil ver d¨®nde est¨¢n todos los ahorros presupuestarios que podr¨ªan ser utilizados para aumentar la capacidad de trasladar tropas y equipos por aire y por mar. Costar¨ªa unos 5.000 millones de d¨®lares repatriar a 100.000 soldados y acuartelarlos en Estados Unidos. La capacidad de transportarlos por v¨ªa a¨¦rea que necesitadamos para hacerlos, llegar a Europa en un plazo de 10 d¨ªas (en cumplimiento de nuestros compromisos con la OTAN) ser¨ªa de 20.000 millones a 25.000 millones de d¨®lares con un equ¨ªpamiento previamente instalado, y de alrededor de 100.000 millones sin ¨¦l. Para el despliegue en el suroeste asi¨¢tico para un plazo de tiempo superior a 30 d¨ªas, el coste ser¨ªa de unos 40.000 millones de d¨®lares en gastos de primer establecimiento y de 3.500 millones anuales en operaciones y mantenimiento.
Brzezinski da por supuesto que escalonando la retirada y convirtiendo las fuerzas que ahora est¨¢n formadas por divisiones pesadas en divisiones ligeras se producir¨ªan importantes ahorros. No ofrece ning¨²n dato espec¨ªfico. Contrariamente a la impresi¨®n que ¨¦l deja caer, hemos venido creando fuerzas ligeras adicionales durante varios a?os y nos estamos acercando a la conclusi¨®n de nuestro programa. Dada la continuada amenaza de la fuerza pesada sovi¨¦tica, no parece deseable realizar nuevas conversiones de ese tipo.
En resumen, el problema no est¨¢ en c¨®mo conseguir m¨¢s fuerzas de combate para el Golfo, sino en que debilitar las defensas de Europa nos debilitar¨ªa tambi¨¦n gravemente a n osotros.
Yo dudo de que una retirada de tropas aumentara los incentivos de los europeos para hacer m¨¢s en favor de su propia defensa. Esa retirada de tropas ser¨ªa interpretada como un indicio de que Estados Unidos cre¨ªa que en Europa estaba disminuyendo la amenaza sovi¨¦tica. S¨®lo servir¨ªa para reforzar las actuales presiones en favor de recortes en los gastos para la defensa.
La declaraci¨®n de Brzezinski de que ahora la OTAN se ha condenado a s¨ª misma al estado de alianza regional resulta curiosa. La OTAN siempre ha sido una alianza regional, declaradamente y mediante tratado. Esto, aunque lamentable, es algo comprensible, pero no impide un esfuerzo cooperativo en el Golfo ni nos evita continuar trabajando para que nuestros aliados individuales participen en mayor medida en las responsabilidades respecto a esa regi¨®n.
Exponerse al peligro
Hablar de debilitamiento de las fuerzas convencionales de Europa en un momento en que estamos a punto de retirar de all¨ª parte del armamento nuclear de disuasi¨®n me parece a m¨ª que es exponerse a la peor clase de peligro.
La propuesta de Brzezinski podr¨ªa dar al traste con las negociaciones para la reducci¨®n de armas convencionales, en unos momentos en los que, dados los progresos en las conversaciones sobre las fuerzas nucleares de alcance medio, toma aun mayor importancia el equilibrio en armamento convencional en vez del enorme desequilibrio actual en favor de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La mutua reducci¨®n de fuerzas en Europa que ¨¦l pretende s¨®lo ser¨¢ posible si la OTAN mantiene y fortalece sus fuerzas convencionales con objeto de proporcionar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica un incentivo real para negociar.
En cuanto a su sugerencia de una "zona libre de carros de combate" en Europa central, su enfoque sobre el potencial ofensivo sovi¨¦tico es digno de elogio. Pero Mosc¨² podr¨ªa retirar los tanques unos pocos kil¨®metros, o incluso muchos, siempre que Alemania Occidental fuera, en realidad, una zona desmilitarizada.
Esta soluci¨®n no cambiar¨ªa las capacidades sovi¨¦ticas, mientras que el incrementado tiempo de alarma de la OTAN ser¨ªa m¨¢s que compensado por la ventaja de salida que la Uni¨®n Sovi¨¦tica obtendr¨ªa en cualquier posterior concentraci¨®n de fuerzas.
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