La subasta en Alemania de un cuadro de Goya fue una simulaci¨®n publicitaria

La espectacular venta en subasta de un cuadro de Goya, un retrato del rey Fernando VII, en la Rep¨²blica Federal de Alemania, que alcanz¨® hace cinco a?os el supuesto precio de 7,2 millones de marcos, fue en realidad una monumental farsa urdida por un tratante de obras de arte llamado Hans Juergen Wichert con fines publicitarios.

El comerciante alem¨¢n de obras de arte Hans Juergen Wichert, de 37 a?os, ha reconocido ahora ante un tribunal en Bonn que la subasta que hace cinco a?os celebr¨® en la localidad de Bad Godesberg, cerca de la capital federal alemana, y que concluy¨® con la supuesta venta del retrato del rey espa?ol Fernando VII, atribuido a Goya, a un misterioso magnate oriental llamado Sharpur Yamani fue un enga?o para lograr publicidad en el mundo del comercio de arte y captar inversiones mediante ¨¦l. La venta al supuesto magnate oriental y el alt¨ªsimo precio alcanzado por el cuadro fueron una invenci¨®n del a partir de entonces prestigioso tratante.La venta despert¨® enorme inter¨¦s en los c¨ªrculos del mercado mundial de arte.

El Estado espa?ol estuvo interesado en comprar el retrato de Fernando VII, que le fue ofrecido a?os despu¨¦s de la subasta por un tratante griego, pero las continuas dificultades para que el cuadro fuera examinado por expertos espa?oles hicieron desistir de la compra a la Embajada de Espa?a en Bonn.

Con la inexistente venta del supuesto Goya, cuya autenticidad reafirma Wichert pero cuestionan muchos expertos internacionales, el tratante alem¨¢n acapar¨® durante semanas la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n y logr¨® numerosos encargos de propietarios de obras de arte para tramitar su venta. Adem¨¢s, tras la espectacular subasta, Wichert recibi¨®, para su supuestamente tan efectiva empresa, importantes inversiones de aficionados al arte, a los que promet¨ªa dividendos de hasta el 70%. "Me tra¨ªan el dinero en maletas llenas".

Wichert, de 37 a?os, est¨¢ siendo juzgado por m¨²ltiple estafa a los inversores en su empresa. Seg¨²n un estudio psiqui¨¢trico realizado al acusado, y que podr¨ªa presentarse como atenuante, Wichert es un mit¨®mano que estuvo siempre convencido que podr¨ªa alcanzar un ¨¦xito comercial suficiente para devolver en su d¨ªa el dinero invertido en su empresa. Mimado y reconocido en el mercado internacional del arte, Wichert fue perdiendo todo contacto con la realidad y se dedic¨® a grandes negocios que superaban con creces sus posibilidades.