La condena de Barbie
LA SENTENCIA dictada por el Tribunal de Ly¨®n condenando a Klaus Barbie a cadena perpetua pone fin a uno de los procesos que m¨¢s expectativas ha despertado. Barbie y su defensor, Jacques Verg¨¨s, hab¨ªan amenazado con descubrir durante los debates los nombres de franceses, traidores a la Resistencia, que hab¨ªan entregado a los nazis a Jean Moulin, delegado de De Gaulle en la Francia ocupada. Ninguna revelaci¨®n de ese g¨¦nero ha tenido lugar. El esc¨¢ndalo esperado no se ha producido. Algunas verdades hist¨®ricas tristes para Francia han sido dichas: la Resistencia fue minoritaria y hubo en su seno casos de traici¨®n; la colaboraci¨®n de las autoridades francesas fue esencial para la persecuci¨®n de los jud¨ªos, etc¨¦tera. Pero todo eso qued¨® en segundo plano. El proceso ha servido sobre todo para poner de relieve, a los 40 a?os, el horror sin l¨ªmite de los cr¨ªmenes cometidos por los hitlerianos durante la II Guerra Mundial. Barbie fue uno de los culpables y como tal ha sido condenado. Los esfuerzos de los sectores de extrema derecha y de los historiadores revisionistas por negar la realidad espeluznante de los campos de la muerte no han podido aprovechar el proceso Barbie. Al contrario, ¨¦ste ayudar¨¢ a las nuevas generaciones a recordar lo que fueron los a?os de sangre y muerte de la ocupaci¨®n.Las tres principales acusaciones contra Barbie se refer¨ªan al rapto y deportaci¨®n de 44 ni?os jud¨ªos, a la deportaci¨®n de 86 jud¨ªos arrestados en la sede de la Uni¨®n de Jud¨ªos de Ly¨®n y al tren de deportados enviado a los campos de la muerte, en el que hab¨ªa jud¨ªos y resistentes. Su abogado estuvo muy pasivo en presencia de los testigos, aunque en su defensa se esforz¨® por poner de relieve una serie de contradicciones, por otro lado nada sorprendentes refiri¨¦ndose a hechos ocurridos hace 40 a?os. En estas circunstancias, los documentos con la firma de Barbie han sido el factor decisivo para determinar la condena. El tribunal estaba formado por tres jueces y nueve jurados. ?stos eran relativamente j¨®venes, ya que el mayor ten¨ªa ocho a?os en 1944.
Si la defensa de Jacques Verg¨¨s no ha podido sembrar dudas en el jurado en cuanto a la culpabilidad de Barbie, ha puesto sobre el tapete un problema importante que desborda el marco espec¨ªfico del proceso de Barbie. Una parte esencial de la defensa consisti¨® en demostrar que, antes de Hitler, y despu¨¦s de Hitler, han sido cometidos cr¨ªmenes horribles y contra grupos de hombres a causa de su raza, y que merecen por tanto ser considerados como cr¨ªmenes contra la humanidad. Fue quiz¨¢ el aspecto m¨¢s directamente pol¨ªtico del proceso. Las demostraciones aportadas sobre todo por dos abogados, uno congol¨¦s y otro argelino, sobre los cr¨ªmenes cometidos por el colonialismo franc¨¦s en diversos momentos, se basan en realidades hist¨®ricas. Hubo momentos en que el proceso Barbie se convirti¨® en lugar de enfrentamiento entre jud¨ªos y ¨¢rabes. Parec¨ªa que los abogados de las asociaciones jud¨ªas estaban m¨¢s interesados en defender al Estado de Israel que en acusar a Barbie. En el otro lado, denunciar los cr¨ªmenes contra los palestinos en Sabra y Chatila era m¨¢s importante que defender a Barbie. Pero esos planteamientos no descentraron el proceso. Creer que demostrando otros cr¨ªmenes se pod¨ªa obtener la absoluci¨®n de Barbie era incongruente.
.A lo que s¨ª deben ayudar los alegatos de Jacques Verg¨¨s en una tribuna como el proceso de Barbie es a plantear ante la opini¨®n mundial la necesidad de asumir el significado del nuevo delito jur¨ªdico de "cr¨ªmenes contra la humanidad". El reconocimiento de ese delito debe ser una forma de reforzar en el ¨¢mbito internacional el respeto de los derechos humanos. La condena de Barbie era justa y necesaria. Pero no es un punto final. Queda abierto el problema de los medios gracias a los cuales la comunidad internacional podr¨¢ condenar los cr¨ªmenes contra la humanidad en todas las circunstancias. Las convenciones internacionales contra la tortura son pasos a¨²n muy modestos. Pero tal es el camino del futuro.
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