Ritmo enfebrecido

La actuaci¨®n de David Bowie en Madrid no fue de las mejores de su gira. Quienes tuvimos la oportunidad de verlo en su presentaci¨®n en Mil¨¢n, por ejemplo, echamos mucho de menos la que puede considerarse la parte m¨¢s emocionante del espect¨¢culo.Poco despu¨¦s de la mitad del show se apagan las luces, haciendo temer que ha terminado por lo menos la parte principal del mismo. De pronto, mientras el p¨²blico reclama los bises, surge un ser fant¨¢stico en lo alto de la cabeza de la ara?a. David Bowie despliega sus enormes alas brillantes y, como uno de ¨¦sos seres m¨ªticos o extraterrestres que siempre le han atra¨ªdo, entona una de sus mejores canciones, Time. Madrid no vio a ese extra?o dios elevado en su noche. El cantante interpret¨® sentado en su trono de plata la pen¨²ltima canci¨®n, se apagaron las luces y al encenderse vimos a un Bowie que hac¨ªa el ¨²ltimo esfuerzo por cerrar el espect¨¢culo.

Una afecci¨®n a la garganta y, presumiblemente tambi¨¦n, cierto agotamiento por el ritmo enfebrecido al que le obliga el esquema de esta gira de La ara?a de cristal, le obligaron a reducir el espect¨¢culo que present¨® en Madrid. Desde el d¨ªa 30 de mayo, en que empez¨® la gira con dos presentaciones en Rotterdam, ha hecho 19 actuaciones, con los consiguientes desplazamientos. Algunas de ellas se realizan con un d¨ªa de diferencia entre una ciudad y otra. Por el momento ha recorrido 17 ciudades de las 100 que componen el programa.

Las 30.000 personas que vieron la primera actuaci¨®n de David Bowie en Espa?a salieron complacidas del estadio Vicente Calder¨®n, aunque se esperaba mucho m¨¢s. Como anunci¨® el promotor por los altavoces al terminar el concierto, Bowie no hab¨ªa querido suspender la actuaci¨®n a pesar de no sentirse bien, porque jam¨¢s ha suspendido un show. El espect¨¢culo debe continuar. Anoche actu¨® en Barcelona y hoy se presentar¨¢ nuevamente en el Miniestadio del Barcelona CF.