North implica directamente a Poindexter y Casey en el desv¨ªo de fondos a la 'contra'

El teniente coronel de marines Oliver North continu¨® combatiendo ayer, por segundo d¨ªa consecutivo, en el Congreso de Estados Unidos, con el mismo ardor que si estuviera en Vietnam, protegiendo a su comandante en jefe, el presidente Ronald Reagan, pero arrastrando en esta batalla, televisada en directo, al resto de la Administraci¨®n. "Fue el consejero de Seguridad Nacional, John Poindexter, con la anuencia del director de la CIA, William Casey, quien me dio la autorizaci¨®n directa" para desviar a la contra fondos procedentes de los beneficios realizados con la venta de armas a Ir¨¢n, afirm¨® Oliver North.

Este teniente coronel, que actuaba como secretario de Estado en la sombra al frente de un Gobierno paralelo, ya ha implicado al ministro de Justicia, Edwin Meese, y al actual consejero de Seguridad Nacional, Frank Carlucci, entre otros, en el encubrimiento del Irangate. El ministro de Justicia, Edwin Meese, fue interrogado ayer en privado, en su despacho, por los investigadores del Irangate despu¨¦s de que North le implicara directamente en la falsificaci¨®n de una cronolog¨ªa del esc¨¢ndalo realizada para proteger al presidente. North declar¨® ayer que no recuerda que el presidente, en una llamada que le hizo d¨ªas despu¨¦s de destituirle, le dijera: "Es importante que yo no sepa" acerca del desv¨ªo de fondos a los rebeldes antisandinistas.La ausencia de una prueba concluyente que vincule a Reagan con el encubrimiento hizo subir el martes 20 puntos la Bolsa de Nueva York, y el d¨®lar, por primera vez en m¨¢s de tres meses, super¨® la barrera de los 150 yenes. Los expertos aseguran que las primeras declaraciones de North han despejado los m¨¢s graves temores sobre el presidente, y se piensa que ¨¦ste ser¨¢ capaz de concluir con normalidad su mandato, lo que ha dado confianza a los inversores extranjeros. Esta confianza financiera en la palabra de North no es compartida por Robert Pirie, alto ejecutivo de la Banca Rosthchild, que afirma que "lo m¨¢s honorable que podr¨ªa hacer Oliver North es suicidarse".

Reagan viaja

Ronald Reagan, en un estudiado intento de demostrar normalidad, viaj¨® ayer a Connecticut para vender su gastada idea de reformar la Constituci¨®n con una enmienda que obligue a equilibrar los presupuestos.

North dijo ayer que "utilizar dinero de Jomeini para ayudar a la resistencia nicarag¨¹ense era una idea limpia y bonita". Afirma que le fue propuesta por el intermediario iran¨ª Manucher Gorbhanifar en unos servicios de caballeros. North volvi¨® a presentarse ayer como el subordinado eficaz que s¨®lo cumpl¨ªa ¨®rdenes y dej¨® claro que no est¨¢ dispuesto a convertirse en el chivo expiatorio.

"Estoy orgulloso de lo que he hecho en los ¨²ltimos seis a?os", exclam¨® al defender su actuaci¨®n. Atac¨® de nuevo al Congreso, diciendo que "todo lo hice jara que ustedes no supieran una palabra", y arremeti¨® contra la burocracia gubernamental: "Lo importante es conseguir que se hagan las cosas". El melodrama en que se ha convertido esta investigaci¨®n televisada lleg¨® a su punto m¨¢s alto cuando North, con los ojos humedecidos, present¨® una foto gigante del terrorista Abu Nidal -"el asesino mayor y m¨¢s brutal del mundo"- y afirm¨® que ha amenazado con asesinarle y con acabar con su mujer y sus cuatro hijos. "Estoy dispuesto a luchar con ¨¦l de igual a igual", explic¨®. Para ello solicit¨® un sistema de protecci¨®n electr¨®nico de su casa, que no pag¨® y que ocult¨® falsificando cartas. "Esto fue un inmenso error por mi parte, el peor de mi vida, lo confieso", dijo, y denunci¨® que el Gobierno de EE UU le neg¨® protecci¨®n.

North, con voz tr¨¦mula, neg¨® las acusaciones de que utilizara cheques de viajero procedentes del fondo de ayuda a la contra para comprar ropa interior para su secretaria, Fawn Hall, o neum¨¢ticos de nieve. "Cobr¨¦ algunos cheques", dijo, "porque la cuenta operacional de la resistencia nicarag¨¹ense me deb¨ªa dinero que hab¨ªa puesto de mi bolsillo. S¨ª fui a una tienda de lencer¨ªa, pero no con los bajos prop¨®sitos que me han atribuido. He sido fiel a mi mujer desde el d¨ªa en que nos casamos. Compr¨¦ leotardos para mis dos hijas".