Rosa Posada: "El CDS est¨¢ lleno de gente alegre"
Separada desde hace 10 a?os del diputado socialista y vicepresidente primero del Congreso, Leopoldo Torres, sonr¨ªe cuando afirma, sin mucha convicci¨®n, que ya se le ha pasado la edad de Casarse, aunque, desde luego, sostiene que "la vida est¨¢ hecha para dos". Aunque en su juventud "lo m¨¢s cercano" que ten¨ªa era del PSOE, no dio el paso de coger el cup¨®n rojo (antecedente del actual carn¨¦ socialista) al tener la convicci¨®n de que para estar en ese partido hab¨ªa que ser marxista, y ella no lo era. Su sitio estuvo en los movimientos democristianos de contestaci¨®n a la dictadura franquista aunque codo con codo con los socialistas.Pregunta. ?Qu¨¦ le indujo a participar en pol¨ªtica desde el comienzo de su vida universitaria?
Respuesta. Me indujo una preocupaci¨®n intelectual por la sensaci¨®n que ten¨ªa de falta de libertad en algo tan alejado de la actividad pol¨ªtica como era el deseo de libertad de expresi¨®n y la imposibilidad de tener acceso al mundo de la cultura. Hechos tan simples como que ten¨ªa que aprovechar los veranos y el poco dinero para conseguir libros en Francia. Fue una preocupaci¨®n vital que luego se transform¨® ante la convicci¨®n de que la libertad no era algo que ven¨ªa dado, sino que cada cual ten¨ªa que luchar por ella.
P. Esa falta de libertad parece que no la sent¨ªa en su casa, de ambiente liberal.
R. Tuve una infancia sin problemas, sin ning¨²n tipo de difieultades para elegir mis estudios y, luego ampliarlos en el extranjero.
P. Su generaci¨®n universitaria ha resultado pol¨ªticamente muy activa y ha visto recompensados de primera mano sus desvelos juveniles.
R. Aquella generaci¨®n de Derecho de 1958-1963, desde hace 10 a?os, ha tenido la responsabilidad del legislativo y del ejecutivo. Es una generaci¨®n con gran preocupaci¨®n pol¨ªtica y la suerte de demostrar que ten¨ªa ideas claras sobre lo que hab¨ªa que hacer.
P. Esas personas con las que usted comenz¨® a participar en pol¨ªtica est¨¢n en el PSOE, ?por qu¨¦ usted no sigui¨® esa tendencia que parec¨ªa natural?
R. Yo no me sent¨ªa identificada con el marxismo, algo que qued¨® claro en muchas reuniones a las que asist¨ª con socialistas. Aunque lo m¨¢s cercano a m¨ª estaba en el PSOE, me ech¨® para atr¨¢s mi convicci¨®n de que para estar en ese partido hab¨ªa que ser marxista, y yo no lo era. Colabor¨¦ con ellos en algunas ocasiones, pero no quise dar el paso de tener el cup¨®n rojo, que era lo que se ten¨ªa entonces en vez de un carn¨¦.
P. A Adolfo Su¨¢rez no lo conoci¨® usted en esos ambientes. ?Cu¨¢ndo fue su primer encuentro?
R. Le conoc¨ª en el primer congreso de UCD, cuando ya hab¨ªa recibido de Javier Rup¨¦rez el encargo de formar la secretar¨ªa de relaciones con Europa para el partido.
P. ?Y hubo flechazo pol¨ªtico?
R. No, en absoluto. Pas¨® tiempo antes de que yo trabajara con ¨¦l. En 1979 me propusieron ser candidato al Senado; despu¨¦s me llam¨® Pepe Coder, un asesor del presidente, y me ofreci¨® ser secretaria pol¨ªtica del Gabinete del presidente del Gobierno, y lo consider¨¦ interesante. Despu¨¦s fui portavoz del Gobierno y ya no sal¨ª de la Moncloa hasta que Su¨¢rez sale.
P. ?Qu¨¦ caracter¨ªstica destacar¨ªa usted de la militancia y de los dirigentes del CDS?
R. Por haberme movido con amigos de todos los partidos, observo que los ¨²nicos ciudadanos alegres, contentos e ilusionados son los miembros del CDS. No veo eso en las caras de militantes de otros partidos. Los miembros del PSOE no est¨¢n contentos porque han descendido electoralmente, y los de AP no transmiten entusiasmo en su labor de oposici¨®n.
Las gentes del CDS son los mejor instalados, muy seguros de que son alternativa.
P. ?El funcionamiento interno de partido avala esa creencia de que el CDS no es otra cosa que Adolfo Su¨¢rez?
R. El CDS no es Adolfo Su¨¢rez. Su¨¢rez es su l¨ªder. Nuestras reuniones duran horas. Yo trato siempre de saber cu¨¢l es el criterio del presidente, aunque ¨¦l solicita el criterio de todos los dem¨¢s.
P. Usted ha resultado elegida presidenta de la Asamblea de Madrid con los votos de su partido, el PSOE e IU, lo que ha sido duramente criticado por Alianza Popular y aprovechado para denunciar el pacto del CDS con la izquierda.
R. Nosotros hemos mantenido nuestra palabra: apoyar la lista m¨¢s votada. Lo que AP quer¨ªa era echar al PSOE, y el CDS no quiere echar a los socialistas, sino ganarles.
P. ?Qu¨¦ le dijeron sus hijos cuando conocieron el nombramiento?
R. Pues no s¨¦, nada especial. Tengo la impresi¨®n de que mis hijos (Rafa, 21 a?os; M¨®nica, 20; Jaime, 13, y Pablo, 12) piensan que su madre va siendo lo que quiere ser y si lo consigo creen ellos que es lo normal.
P. Su vocaci¨®n literaria tambi¨¦n se va cumpliendo, porque parece que ha hecho usted incursiones en el ensayo y la novela.
R. Mi producci¨®n no tiene la m¨¢s m¨ªnima calidad, pero disfruto con ello, me da serenidad y me divierte.
P. ?Su experiencia de divorciada le ha hecho estar m¨¢s cerca de planteamientos feministas?
R. Hay planteamientos feministas que los hago propios, pero es muy dif¨ªcil que yo de un cheque en blanco al ciento por ciento. No estoy de acuerdo con algunas pautas culturales seg¨²n las cuales se puede calificar de buena madre a aquella que se queda con los hijos o mala madre si no lo hace, y lo mismo para el padre. Lo deseable es que exista una relaci¨®n civilizada que beneficie a los hijos.
P. Usted afirm¨® hace a?os que no volver¨ªa a casarse y que tramitar¨ªa el divorcio s¨®lo en el caso de que su ex marido tuviera la intenci¨®n de contraer nuevamente matrimonio, como as¨ª ha sido. ?Mantiene la misma opini¨®n respecto al matrimonio?
R. No soy formalista en casi nada, no cierro puertas y menos en temas personales. Para m¨ª hay cosas que me importan y otras que me interesan. Mi vida personal pertenece a las que me importan, pero empiezo a pensar que ya no tengo edad para volverme a casar, aunque creo que la vida est¨¢ hecha para dos.
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