Reagan env¨ªa una delegaci¨®n a Panam¨¢ para propiciar el di¨¢logo Gobierno-oposici¨®n

Estados Unidos favorece una soluci¨®n negociada y, pac¨ªfica de la crisis que desde hace m¨¢s de un mes afecta a Panam¨¢, seg¨²n informaron fuentes diplom¨¢ticas norteamericanas que confirmaron la llegada ayer a este pa¨ªs -de crucial importancia estrat¨¦gica para Washington- de una delegaci¨®n del Departamento de Estado para contribuir a un di¨¢logo que permita detener el deterioro actual.

Richard Holwell, n¨²mero dos de la Subsecretar¨ªa para Asuntos Interamericanos, y Richard Wyroeh, experto en temas paname?os, llegaron oficialmente para participar en una reuni¨®n de la Comisi¨®n Directiva del Canal, aunque fuentes norteamericanas admitieron que "a veces en tomo a estas reuniones se producen circunstancias pol¨ªticas que tambi¨¦n es necesario tratar". Por su parte, medios paname?os afirman que los funcionarios mantendr¨¢n conversaciones con el objetivo de encontrar una f¨®rmula que permita una transici¨®n pac¨ªfica con la vista puesta en las elecciones de 1989.Por otro lado, en Washington, miembros del Consejo Nacional de Seguridad se reunieron el lunes con Carlos Rodr¨ªguez, destacado miembro de la oposici¨®n residente en Miami y muy vinculado a medios norteamericanos.

El papel determinante de Estados Unidos en esta crisis ha sido evidente desde el inicio de los disturbios. Gobierno y oposici¨®n han buscado v¨ªas de acercamiento a Washington convencidos de que el apoyo norteamericano a uno de los dos bandos podr¨ªa decidir el conflicto. Pero Estados Unidos no ha dado hasta ahora el salto cualitativo que permitiera inclinar la balanza en un pa¨ªs clave para sus intereses en Am¨¦rica Latina, sede del Comando Sur y base de estacionamiento de unos 20.000 hombres (entre civiles y militares) destinados a la defensa del canal.

El secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Elliot Abrams, se pronunci¨® el 30 de junio por un di¨¢logo amplio en el que se recojan los planteamientos de la oposici¨®n. En esa intervenci¨®n, Abrams defini¨® la situaci¨®n como "un dilema central para la pol¨ªtica de Estados Unidos" y reconoci¨® indirectamente la debilidad de la oposici¨®n al mencionar que ¨¦sta se hab¨ªa visto sorprendida por el nivel alcanzado por las protestas.

Desde ese momento, medios pol¨ªticos paname?os han apreciado una actitud muy prudente por parte de Estados Unidos, destinada b¨¢sicamente a conseguir una soluci¨®n sin traumas. Estas fuentes interpretan corno un ejemplo de esta posici¨®n un mensaje disuasorio filtrado por la Embajada norteamericana a la oposici¨®n en v¨ªsperas de la manifestaci¨®n del pasado viernes en el que se advert¨ªa que exist¨ªa un alto riesgo de violencia.

La espoleta callejera

El pasado 25 de junio el Senado norte americano aprob¨® una resoluci¨®n en la que criticaba la situaci¨®n de Panam¨¢ y ped¨ªa la dimisi¨®n del hombre fuerte del pa¨ªs, el general Manuel Antonio Noriega. Fuentes diplom¨¢ticas creen, sin embargo, que el Gobierno de Estados Unidos no est¨¢ presionando de forma contundente y urgente por este mismo objetivo.Mientras tanto, la espoleta de las manifestaciones callejeras sigue conectada. La oposici¨®n hab¨ªa convocado para anoche una cadena humana ocupando las aceras del centro de la ciudad y ha anunciado para ma?an una segunda marcha blanca, que pretende ser una repetici¨®n de la que el pasado viernes provoc¨® enfrentamntos durante varias horas ntre manifestantes y polic¨ªas y que caus¨® numerosos heridos y detenidos.

El Consejo General de Estado -Gobierno y Fuerzas de Defensa- reiter¨®, sin embargo, el pasado lunes, la prohibici¨®n de concentraciones p¨²blicas, con lo que se siguen obstruyendo los deseos de altos oficiales de las fuerzas armadas y de dirigentes del Partido Revolucionario Democr¨¢tico de celebrar luna manifestaci¨®n de apoyo al Gobierno y a Noriega. El general sali¨® de la reuni¨®n del Consejo agitando con arrogancia un pa?uelo blanco, el s¨ªmbolo de las protestas opositoras.