Novatadas
El domingo 12 de julio se public¨® un art¨ªculo en el diario EL PA?S con el sobrecogedor t¨ªtulo de Ceremonias de iniciaci¨®n. Como quiera que me veo aludido con mi nombre y apellido, he decidido escribir a su peri¨®dico en un intento de aclarar las cosas.Haciendo un poco de historia, creo recordar que lo primero que dije a la periodista que me abord¨® fue mi desagrado ante la exageraci¨®n en la cobertura de la noticia sobre los ex paracaidistas sometidos a consejo de guerra y condenados por delitos de abuso de autoridad y coacciones sobre la persona de Joaqu¨ªn Gil Roca y otros seis compa?eros.
No deber¨ªa olvidarse que estos lamentables hechos ocurrieron en 1981, y no hace falta recordar que todo ha cambiado desde entonces. Tambi¨¦n le coment¨¦ que, en mi opini¨®n, hoy ya no se hacen las cl¨¢sicas novatadas -en general-, y desconozco las que se hac¨ªan en 1981, porque por aquellas fechas, yo casi vest¨ªa pantal¨®n corto. La mentalidad de la sociedad -que somos todos- cambia constantemente, y lo que ayer era tradici¨®n hoy es leyenda.
No puede metemos a todos los veteranos en un mismo saco en relaci¨®n a lo que "entendemos por broma", seg¨²n sus propias palabras. Yo, por ejemplo, por broma entiendo que se escriba un reportaje sobre un tema que se desconoce totalmente (esto es obvio, ya que la autora del mismo no ha hecho ni har¨¢ nunca la mili).
Otra aclaraci¨®n: ese "compa?ero m¨ªo" que tuvo la "mala suerte" de romperse la cadera no "estaba feliz por pasar un mes de permiso en casa", no es un masoquista; est¨¢ tan feliz ahora porque todo eso ya qued¨® muy atr¨¢s y, por supuesto, no "arrastrar¨¢ de por vida secuelas fisicas o ps¨ªquicas de aquellos d¨ªas", como dice la autora, porque este hombre fue lo suficientemente maduro como para ser consciente de lo fortuito de aquel accidente. No olvide que se es dentro como se es fuera, y que una comunidad de soldados refleja en su comportamiento el mundo m¨¢s all¨¢ de las puertas del cuartel. Una persona que fuera es un inadaptado probablemente lo seguir¨¢ siendo en su vida militar, pero una persona digamos normal lo seguir¨¢ siendo aqu¨ª. El Ej¨¦rcito no cambia a las personas, no las hace peores, como ciertos sectores y prejuicios pueden dar a entender a la opini¨®n p¨²blica.- . Caballero legionario paracaidista.
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