El final de un laberinto
V. R. DE A.,El fallo de la Sala Segunda de la Audiencia de Bilbao sobre torturas a Josu Torre Altonaga es el final de un laberinto judicial por cuyos recovecos estuvo a punto de perderse en alg¨²n momento la denuncia, presentada por la esposa del detenido cuando ¨¦ste permanec¨ªa todav¨ªa incomunicado, al recibir de la Guardia Civil ropas con manchas de sangre.
Casi siete a?os y medio han pasado desde que la compa?era de Josu Torre acudiera para exponer sus fundadas sospechas ante el juzgado de guardia.
El 27 de febrero de 1980, la Audiencia Provincial de Vizcaya se inhibi¨® en favor de la jurisdicci¨®n militar, a petici¨®n del fiscal. El acusador p¨²blico argumentaba que los hechos denunciados se hab¨ªan producido en dependencias militares.
Tras practicar algunos tr¨¢mites, la Capitan¨ªa General de Burgos sobresee las diligencias porque no encuentra "pruebas indubitadas y concluyentes". El Movimiento Comunista de Euskadi (EMK), partido con el que simpatizaba Torre Altonaga, acus¨® p¨²blicamente a la Capitan¨ªa de encubrir los malos tratos.
Evitar el carpetazo
Para evitar el carpetazo, el abogado de la acusaci¨®n particular, Jos¨¦ Esteban, present¨® querella criminal contra quienes resultaran ser autores de los hechos denunciados. La intervenci¨®n de la acusaci¨®n particular ha sido considerada ahora en la sentencia relevante para el esclarecimiento de lo sucedido.
En los primeros meses de 1982 se reabre la pugna por la competencia entre las jurisdicciones civil y militar, hasta que el Tribunal Supremo falla en marzo de 1983 a favor de la primera.
Un juzgado de Bilbao admite casi un a?o despu¨¦s la querella e inicia los tr¨¢mites de reconocimiento de los presuntos culpables. El auto de procesamiento contra los tres guardias fue dictado en noviembre de 1984.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.