Temporeros de la Administraci¨®n
Los contratados a tiempo parcial suponen el 10% de las plantillas
Quien crea que todo puesto de trabajo en las administraciones p¨²blicas es una bicoca segura, que pregunte a ?ngel Zamorano, de 34 a?os, que lleg¨® a Madrid desde Barco de ?vila hace tres a?os para trabajar como contratado administrativo en Correos, que cobra 45.000 pesetas mensuales por hacer el mismo trabajo por el que un funcionario cobra m¨¢s de 60.000, que nunca ha sabido cu¨¢nto tiempo le durar¨ªa el trabajo y que ahora se enfrenta con la posibilidad de tener que volver a su pueblo con las orejas gachas.
?ngel Zamorano forma parte de un colectivo en v¨ªas de extinci¨®n, los contratados administrativos -ya s¨®lo unos 1.500-, a los que se les proporcionan dos oportunidades de concursar con ventaja en las oposiciones. Otro colectivo de contratados temporales, que nadie puede determinar con seguridad, naci¨® al amparo de la normativa surgida a partir de octubre de 1984 bajo el esp¨ªritu del Acuerdo Econ¨®mico y Social.Estimaciones sindicales apuntan a que forman entre el 5% y el 10% de las plantillas totales de las distintas administraciones -un mill¨®n y medio de funcionarios, m¨¢s unos 140.000 contratados por tiempo indefinido-. Colectivo que prolifera en las autonom¨ªas y, entidades locales, adem¨¢s de en algunos ministerios, como Hacienda.
Otro grupo m¨¢s numeroso aprovecha las ofertas p¨²blicas de trabajo eventual para darle esquinazo temporalmente al paro. Fuentes del Instituto Nacional de Empleo (Inem) aseguran que de los tres millones de contrataciones que se realizan al a?o en Espa?a, un mill¨®n y medio son temporales, de las que 250.000 son de las administraciones, subvencionadas por el Inem con 35.000 millones de pesetas. Adem¨¢s, existe otra cifra indeterminada no acogida a subvenci¨®n.
Denuncias sindicales
Se puede hablar de dos colectivos de temporeros de la Administraci¨®n: los contratados temporales por diversos per¨ªodos de tiempo y modalidades (necesidades de la producci¨®n, lanzamiento de nueva actividad, sustituciones ... ), y los que vendimian anualmente en actividades estacionales (limpieza de playas, protecci¨®n de bosques en verano ... )Sobre la situaci¨®n de estos colectivos no faltan las denuncias sindicales, compartidas por CC OO, UGT y la Confederaci¨®n Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF): en bastantes casos se cubren con puestos temporales lo que en realidad ser¨ªan necesidades estructurales de las plantillas. El trabajador temporal se ve sometido en ocasiones a situaciones serviles por la precariedad de su trabajo. La falta de una normativa homologada de m¨¦todos de contrataci¨®n y la urgencia con que se realizan muchas de ellas, facilitan que prolifere el tradicional enchufado.
Un grupo de los temporeros se enfrenta a la posibilidad de que al cumplirse los tres a?os de su temporalidad -l¨ªmite m¨¢ximo previsto en la normativa para esta figura laboral excepcional- sean despedidos, tal como la CEOE indic¨® recientemente que ocurrir¨ªa con unos 200.000 trabajadores de la empresa privada a partir del pr¨®ximo octubre. Fuentes del Ministerio de Trabajo aseguran que s¨®lo unos 15.000 temporeros de la Administraci¨®n podr¨ªan verse afectados.
Pero el ministro de Trabajo, Manuel Chaves, dijo, en sinton¨ªa con los sindicatos, que si se demuestra que un puesto de trabajo no se debe a circunstancias eventuales debe trasformarse en fijo. Adem¨¢s, en las administraciones p¨²blicas los sindicatos tienen m¨¢s capacidad de presi¨®n. Las negociaciones apuntan a que ninguno de los temporales que se demuestre que cubren un puesto permanente ir¨¢ a la calle.
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