Gato por liebre
Durante las pasadas vacaciones de Semana Santa pude comprobar en mi propia carne y en la de mi familia la falta del m¨¢s elemental respeto de que son v¨ªctimas muchos ciudadanos por parte de algunos organismos o agencias encargados de reservar plaza en hoteles y residencias ubicadas en diferentes enclaves tur¨ªsticos.He aqu¨ª algunos hechos que prueban tal desconsideraci¨®n:
A trav¨¦s del Club Ovac ten¨ªamos mi familia y yo confirmada la reserva de 4 plazas para los d¨ªas 12, 13, 14, y 15 de abril en el hotel Beni Kaktus, de Benidorm. Muy pocos d¨ªas antes de emprender el viaje se me propuso por tel¨¦fono desde Sevilla -sede de dicho club- el cambio a otro hotel diferente al solicitado y confirmado. No mediaron m¨¢s razones. No supe c¨®mo reaccionar. ?A d¨®nde ir a esas alturas en que se me propuso el cambio? No aceptar conllevaba el riesgo de quedarme sin nada. Para mi consuelo, el Club Ovac me asegur¨® que el hotel propuesto en sustituci¨®n -el hotel Hawai- estaba en un lugar pr¨®ximo al mar y que era de la misma categor¨ªa que el primero.
Todas estas explicaciones resultaron ser al final una simple coartada. A mi llegada al hotel, el secreto de todas estas oscuras y turbias maniobras se me desvel¨®. El tal hotel estaba literalmente rodeado en su parte posterior por maquinaria abundante de construcci¨®n. A las ocho en punto de la ma?ana unas potentes m¨¢quinas excavadoras, frente a la entrada de nuestras habitaciones, se pon¨ªan en movimiento y despertaban brutalmente a todo el que all¨ª se hospedaba. El ruido ya no cesaba hasta las 18.30. El polvo se met¨ªa por todas partes y nos acompa?aba por doquier. As¨ª los cuatro d¨ªas del tan ansiado descanso de Semana Santa. Las quejas y denuncias se quedaron en simple desahogo. Por mi parte, reclam¨¦ dos veces por escrito al Club Ovac: y exig¨ª una explicaci¨®n por lo ocurrido y la correspondiente indemnizaci¨®n. Hasta el momento, la ¨²nica respuesta del club ha sido el silencio, un elocuente e indigno silencio. Por si ello pudiera alertar al ciudadano de a pie, valgan estas l¨ªneas como testimonio del comportamiento de algunos intermediarios hoteleros.- E. Domingo de la Pe?a.
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