Bodrio esc¨¦nico
He tenido la tristeza de presenciar el espect¨¢culo m¨¢s deleznable que haya visto jam¨¢s. En el bell¨ªsimo recinto de la Corrala, lugar absolutamente id¨®neo para tales representaciones, asist¨ª -como digo- y contempl¨¦ con estupor y verg¨¹enza (a la europea) c¨®mo un g¨¦nero que se ha dado en llamar g¨¦nero chico le ven¨ªa muy grande a Sergio de Salas y dem¨¢s componentes del asesinato de La verbena de la Paloma; si este g¨¦nero debe morir, que sea dignamente y dejando al recuerdo lo que signific¨® para Madrid y Espa?a entera una m¨²sica que, pase¨¢ndose por el mundo con voces excelsas, aup¨® al chico a grande.Si a?adirnos a la incultura musical que supone este bodrio esc¨¦nico, donde la orquesta, desde el preludio -contando con una gran megafon¨ªa-, se delat¨® en su pobreza instrumental, el enga?o que supone cobrarnos como si de una zarzuela a representar se tratara, tendremos el resultado de la nefasta impresi¨®n que obtuvimos extranjeros o madrile?os como yo.
Con respecto a su sentido est¨¦tico y gusto musical, yo propondr¨ªa al se?or alcalde que acudiera a la Corrala y nos ayudase a llorar -ante todo a los madrile?os- por ese tipismo a recuperar que se ha convertido en absoluta demagogia. Lo siento y escribo para que conste; esta carta vaya a concienciar a quien debiere y por ignorancia del hecho no haya tomado medidas para que algo tan deplorable acontezca en pleno centro de Madrid, a las puertas de su fiesta por excelencia: la Virgen de la Paloma.
Descanse en paz La verbena de la Paloma. Yo presenci¨¦ su muerte violenta e inmerecida, anoche, en mi barrio, en la Corrala; mi sentido p¨¦same a su creador y a los madrile?os.-
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