Ramos mantiene el tipo
ENVIADO ESPECIALJos¨¦ Luis Ramos sufri¨® en la pasada feria de San Isidro un cornad¨®n en el pecho de esos que le quitan el tipo a cualquiera. Bueno, pues a ¨¦l no le ha quitado el tipo. En su reaparici¨®n, ayer, en plaza de primera categor¨ªa, estuvo valiente, sereno, seguro. Estuvo valiente, sereno, seguro toreando, porque con el acero, la verdad, fue un pinchauvas.
El triunfo se lo llevaron sus compa?eros de tema, pero para juzgar al torero hay que contar siempre con el toro y el lote de Ramos result¨®, precisamente el m¨¢s deslucido; sobre todo el cuarto, de media arrancada, que se cay¨® derrengado, hubo que levantarlo tir¨¢ndole del rabo y ya no embisti¨® m¨¢s que al paso gazap¨®n. Deslucido y todo el lote, mostr¨® a la afici¨®n la bien aprendida t¨¦cnica de su buena escuela, con aquello de parar-templarmendar, inclu¨ªdo cargar la suerte, adelantar el enga?o, traer embebido al novillo, templar su embestida.
Murube / Ramos, De la Vi?a, Ni?o de la Taurina
Novillos de Murube, con trap¨ªo, sospechosos de pitones. Jos¨¦ Luis Ramos: pinchazo hondo tendido, perdiendo la muleta, dos pinchazos m¨¢s, estocada trasera contraria, dos descabellos -aviso con retraso- y tres descabellos (silencio); pinchazo, otro hondo,intenta el descabello, pinchazo -primer aviso, con retraso-, dos pinchazos, sine descabellos -segundo aviso- y tres descabellos (s¨ªlencio). Rafael de la Vi?a: estocada ladeada y dos descabellos (oreja); bajonazo enhebrado y estocada (vuelta). Ni?o de la Taurina: pinchazo y estocada trasera (petici¨®n y tres vueltas); dos pinchazos y estocada corta (vuelta). Plaza de Valencia, 29 de julio. Quinta corrida de feria.
Toreo serio el de Jos¨¦ Luis Ramos, interpretado desde la naturalidad, tremendista nunca, jam¨¢s para la galer¨ªa y sin que se advirtiera, en absoluto, ning¨²n s¨ªntoma de precauci¨®n, recuerdo de la cornada. Mantiene el tipo, contin¨²a siendo una interesante promesa y puede llegar a ganarse un cartel en el escalaf¨®n superior, si aprende a matar; porque, efectivamente, en el volapi¨¦ es un desastre.
Ni?o de la Taurina y Rafael de la Vi?a mantienen tambi¨¦n su condici¨®n de promesas. Ambos son valientes y entusiastas y ¨²nicamente tienen que corregir defectos. De la Vi?a, que le pega largas cambiadas a pares a todo cuanto sale por el chiquero, su propensi¨®n a convertirse en un pegapases rutinario, empe?ado en dar circulares; Ni?o de la Taurina, la de querer hacerlo todo a un tiempo, hasta acabar embarullado y trompicado.
Rafael de la Vi?a lig¨® excelentes redondos al principio de sus largas y tremendistas faenas, y ese era el camino del toreo formal y bueno que, evidentemente conoce, y podr¨ªa perfeccionar. Ni?o de la Taurina, en su primero, empalm¨® dos impresionantes cambios en el mism¨ªsimo platillo, m¨¢s el molinete y un de pecho y ah¨ª tuvo entregada la plaza. Par de series de naturales bien instrumentadas le habr¨ªan supuesto un triunfo de clamor pero incurri¨® en el vicio de la torer¨ªa actual: considerar el alarde s¨®lo pr¨®logo de una faena que forzosamente ha de ser larga; acumular y acelerar la ejecuci¨®n de las suertes.
A¨²n as¨ª le pidieron la oreja con insistencia, a la gente le contrari¨® much¨ªsimo que la presidencia no se la concediera y compens¨® al torero invit¨¢ndole a que diera vueltas al ruedo. Le ped¨ªan cuatro y se limit¨® a dar tres. La cuarta la dio al acabar con el sexto, despu¨¦s de un trasteo interminable, sin relieves, a un manso aplomado, que salt¨® al callej¨®n nada m¨¢s aparecer en la arena. Esa vuelta entraba en el lote de la compensaci¨®n por la oreja no concedida; que el p¨²blico, cuando le deniegan oreja, no perdona, as¨ª le espere bocata -como Ocarre en Valencia-, que tradicionalmente se echa al cuerpo despu¨¦s de morir el tercer toro, y por tal, fasto para la corrida cuarto de hora o m¨¢s.
Al p¨²blico le import¨® mucho m¨¢s la oreja no otorgada que el inconfundible olor a after shave de los novillos. Grandotes, con hechuras de toro todos ellos, s¨ª, aunque tambi¨¦n gachos, brochos, cornicortos, astigordos y romos. Por la apariencia, les faltaba una cuarta de asta, y si no era una cuarta, ser¨ªa un jeme, cent¨ªmetro m¨¢s, cent¨ªmetro menos, que no se van a discutir.
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