Matanza en el coraz¨®n de la selva africana
Mozambique acusa a los rebeldes de Renamo de cometer el peor acto de barbarie en 11 a?os de guerra
PETER HAWTHORNE, Del pu?ado de guerras que se desatan a?o tras a?o en diferentes zonas del ?frica negra, no hay ninguna m¨¢s violenta que el conflicto de Mozambique, la antigua colonia portuguesa que se extiende a lo largo de 2.400 kil¨®metros de costa del oc¨¦ano indico, en la mitad meridional de ?frica. Casi desde el momento de su independencia, en 1975, este pa¨ªs extenso y ¨¢rido se ha visto asolado por luchas espor¨¢dicas entre el Gobierno del Frelimo, de orientaci¨®n marxista, y una fuerza guerrillera derechista conocida con el nombre de Resistencia Nacional de Mozambique o Renamo. La semana pasada, tras el peor acto de barbarie cometido en m¨¢s de 11 a?os de combates, el Gobierno acus¨® a los rebeldes de Renamo de haber asesinado a 386 civiles en la ciudad de Homoine, a unos 450 kil¨®metros al noroeste de la capital, Maputo.
Los rebeldes de Renamo, apoyados por Sur¨¢frica, rechazaron la acusaci¨®n, afirmando que los asesinatos hab¨ªan sido obra de fuerzas gubernamentales. Sin embargo, los corresponsales occidentales que visitaron la zona unos d¨ªas despu¨¦s comprobaron que la mayor¨ªa de los supervivientes consideraban responsable a Renamo.En una sala de hospital, una mujer, Celeste Titosse, cont¨® que unos "bandidos" hab¨ªan asaltado su aldea, la hab¨ªan herido con un machete y la hab¨ªan dejado por muerta. Pero logr¨® sobrevivir y fue trasladada a una cl¨ªnica en la cercana Homoine. Al d¨ªa siguiente, unos hombres armados asaltaron la cl¨ªnica y dispararon contra los enfermos. "Iban gritando que nos iban a matar a todos", recordaba Titosse, que recibi¨® un tiro en las piernas en este segundo asalto.
En una cama pr¨®xima se encontraba Antonio Mendes, de cinco a?os, a quien le hab¨ªan volado el pie izquierdo y la parte inferior de la pierna. "Es el ¨²nico de su familia que sigue con vida", dijo la monja Angelina, nacida en Mil¨¢n. "A su madre, su padre y sus cuatro hermanos los mataron en Homoine".
Entre los supervivientes se encontraba Mark van Koevering, 30 a?os, un agr¨®nomo voluntario, miembro de la Iglesia menonita de Michigan, que permaneci¨® escondido durante 10 horas mientras 40 hombres armados o m¨¢s asolaban Homoine con ametralladoras y machetes, asesinando y mutilando a todo el que encontraban, incluyendo mujeres embarazadas y ni?os. Van Koevering dijo: "Esto no es una guerra civil. Esta gente no lucha por ning¨²n ideal. Luchan para crear terror".
Lo que est¨¢ en juego en la lucha entre el Gobierno y los rebeldes de Renamo no es ¨²nicamente el destino de Mozambique, sino tambi¨¦n los intereses vitales de varios de sus vecinos. El apoyo de Sur¨¢frica a los rebeldes incluye, supuestamente, abastecimientos de armas y otros equipamientos. La mayor¨ªa de los pa¨ªses con gobiernos negros de la zona, entre ellos Zimbabue y Zambia, respaldan al Gobierno del presidente Joaquim Chissano, 43 a?os, lo mismo que la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, que considera a Chissano un izquierdista pragm¨¢tico deseoso de mejorar sus relaciones con Occidente.
Por esta misma raz¨®n, b¨¢sicamente, la Administraci¨®n de Reagan respalda al Gobierno de Chissano. Sin embargo, esta pol¨ªtica tiene la oposici¨®n del senador republicano Jesse Helms y de otros Conservadores derechistas, a quienes les gustar¨ªa que Washington ayudase a los rebeldes.
Para defender su postura, Helms lleva cuatro meses bloqueando el nombramiento de la veterana diplom¨¢tica Melissa Wells, 54 a?os, como la nueva embajadora norteamericana en Mozambique. Todo parece indicar que la actual situaci¨®n se resolver¨¢ a favor de Wells antes de que el Senado interrumpa sus sesiones a principios de este mes.
Chissano, un experto diplom¨¢tico que fue durante 11 a?os ministro de Asuntos Exteriores de Mozambique, se convirti¨® en presidente hace ocho meses tras la muerte de su predecesor, Samora Machel, en un accidente de aviaci¨®n. Hasta ahora ha demostrado que, al igual que Machel, piensa llevar a su pa¨ªs por una v¨ªa de no alineaci¨®n pol¨ªtica. No obstante, ha dedicado la mayor parte de sus energ¨ªas a luchar contra los rebeldes, a los que los 30.000 hombres de su ej¨¦rcito no consiguen eliminar.
Pero incluso aunque no exis
Matanza en el coraz¨®n de la selva africana
tiera la amenaza de Renamo, Mozambique se encontrar¨ªa igualmente en una lamentable situaci¨®n econ¨®mica. La delicada Situaci¨®n del pa¨ªs se ha visto empeorada por una sequ¨ªa de ocho a?os que amenaza con la muerte por inanici¨®n a seis millones de sus 14.700.000 habitantes.Para respaldar la v¨ªa pol¨ªtica de independencia de Chissano, la Administraci¨®n Reagan tiene intenci¨®n de enviar, este a?o 10 millones de d¨®lares a Mozambique en ayuda econ¨®mica y 75 millones de d¨®lares m¨¢s como ayuda de urgencia contra el hambre. El Reino Unido est¨¢ colaborando en la formaci¨®n del Ej¨¦rcito mozambique?o y va a dar 20 millones de d¨®lares como parte de su pol¨ªtica de fomentar que los Estados fronterizos con Sur¨¢frica gobernados por negros sean menos dependientes econ¨®micamente de este pa¨ªs.
Esta dependencia afecta directamente a varios Estados de la regi¨®n, entre ellos el mediterr¨¢neo Zimbabue, que en la actualidad se ve obligado a utilizar los enlaces ferroviarios surafricanos y sus instalaciones portuarias Para la mayor parte de sus importaciones y exportaciones.
Durante la mayor parte de su historia como colonia brit¨¢nica, el pa¨ªs dependi¨® de la l¨ªnea ferroviaria que lo un¨ªa con el puerto mozambique?o de Beira, mucho m¨¢s corta que las actuales, pero Machel le cerr¨® la ruta al Gobierno de lan Smith hace 10 a?os, cuando la guerra civil rodhesiana se hallaba en su punto ¨¢lgido.
Actualmente, y principalmente con la ayuda de donantes particulares y de gobiernos, Zimbabue est¨¢ embarcado en un esfuerzo de 250 millones de d¨®lares por reconstruir y ampliar el pasillo le Beira, formado por una carrera, una l¨ªnea de ferrocarril y un oleoducto, as¨ª como en la reconstrucci¨®n del puerto de Beira.
Soldados de Zimbabue
Adem¨¢s, Zimbabue ha enviado cerca de 15.000 soldados a Mozambique para asegurar la defensa del pasillo contra los rebeldes.
Renamo afirma que sus guerrilleros efect¨²an incursiones regulares al otro lado de la frontera contra puestos del Ej¨¦rcito de Zimbabue, y que ha formado una alianza con un grupo pol¨ªtico disidente de Zimbabue dirigido por el reverendo Ndabaningi Sithole, que fue anteriormente un influyente pol¨ªtico de ese pa¨ªs. Sithole vive en el exilio en Estados Unidos desde 1984.
El actual l¨ªder de Renamo es Alfonso Dhlakama, de 33 a?os de edad, un soldado callado, vestido con uniforme de camuflaje, que desert¨® del Ej¨¦rcito mozambique?o en 1978 y que, seg¨²n se dice, pasa la mayor parte del tiempo en la selva africana. La afirmaci¨®n de Renamo de que sus guerrilleros se mueven libremente por cuatro quintas partes del pa¨ªs es sin duda exagerada. Pero igualmente parece que no puede ponerse en duda su capacidad para mantener el actual punto muerto.
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