?Exceso de permisividad?

Si la audacia de algunos experimentos sociales en los Pa¨ªses Bajos a veces provoca cr¨ªticas en el extranjero, tambi¨¦n choca a muchos holandeses, que en su mayor¨ªa se enorgullecen de vivir en uno de los pa¨ªses europeos m¨¢s pr¨®spero y tranquilo.Aunque la asistencia a la iglesia haya descendido en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, un 27% de todos los adultos holandeses asiste con regularidad a los servicios religiosos, en relaci¨®n al 14% de Gran Breta?a y el 12% en Francia. El Estado de bienestar se construy¨® m¨¢s sobre una base rel¨ªgiosa que sobre un credo pol¨ªtico: los holandeses tienen tendencia a creer que son los guardianes de su hermano.Drogas, vandalismo, delincuencia y pornografia son plagas que Holanda comparte con otros pa¨ªses. De hecho, los porcentajes de divorcio, delincuencia juvenil y madres solteras siguen siendo inferiores en Holanda respecto de muchos de sus grandes vecinos y de Estados Unidos. Lo que diferencia a los holandeses es que insisten en buscar soluciones heterodoxas.

La creciente presi¨®n en pro de la ley y el orden no s¨®lo viene de las calles de Amsterdam sino tambi¨¦n del Gobierno de La Haya y, en menor grado, de allende las fronteras, de la Rep¨²blica Federal de Alemania, preocupada por el flujo de j¨®venes turistas alemanes a Holanda en pos de la droga. El asunto irrita a los holandeses, que culpan a Alemania Occidental de exportar su problem¨¢tica de drogadicci¨®n.

8 de agosto