Enedina Lloris: "Los divos forman parte del pasado"
ANDR?S F. RUBIOSu familia se dedicaba a la panader¨ªa y a las pastas de t¨¦. Era en Godella (Valencia), cerca de Alfara del Patriarca, donde Lloris naci¨®. Su madre la puso a estudiar m¨²sica "para ver si as¨ª se amansaba la fiera", porque al parecer era, de los cuatro hermanos, "la m¨¢s rara, pero no por mala sino por llorona, vergonzosa y antip¨¢tica". Empez¨® a estudiar canto a los 18 a?os -"no ten¨ªa voz ni gusto, mi estilo es totalmente construido"- mientras cursaba magisterio; se cas¨® entonces con un compa?ero de conservatorio, Jos¨¦, y consigui¨® una beca para la escuela de la Scala de Mil¨¢n.
Pregunta. Su marido parece ser que renunci¨® a su carrera musical por usted.
Respuesta. S¨ª, a Mil¨¢n nos fuimos con el fin de estudiar los dos. ?l iba para director de orquesta pero al poco de estar all¨ª se nos acabaron los ahorros Trabaj¨® afinando y arreglando pianos, por mil pesetas al d¨ªa, y ¨¦se fue nuestro sustento durante tres a?os. La verdad es que a Mil¨¢n no me hubiese ido sola, hubiese necesitado, y necesito, el apoyo de la persona m¨¢s fuerte, o del que tiene m¨¢s voluntad o las ideas m¨¢s claras; ha habido gente que ha puesto m¨¢s confianza en m¨ª que yo misma. All¨ª estuvimos hasta que debut¨¦ y empec¨¦ a ganar dinero.
P. Y en 1985, en Madrid, con la zarzuela Do?a Francisquita, las cr¨ªticas hablaron del nacimiento de una nueva estrella de la l¨ªrica
R. ?C¨®mo suena eso! Suena fatal, como de pel¨ªcula, fantasioso, aunque en realidad lo que ha pasado ha sido un poco as¨ª. Ha venido todo en el momento justo; eso no le pasa a todo el mundo, y menos a los 28 a?os.
P. Y hay que estar preparado para el ¨¦xito.
R. S¨ª, porque si no puede hacer mucho da?o desde el punto de vista sicol¨®gico, y desde el profesional, porque surgen ofertas disparatadas que muchas veces no deben aceptarse, como obras que todav¨ªa no est¨¢n en tu garganta aunque comercialmente sean apetecibles.
P. Y lo del factor sicol¨®gico, ?c¨®mo le ha influido?
R. Espero tenerlo controlado, porque la verdad es que me preocupo muy poco de la fama y del ¨¦xito; no pienso en ello, aunque hoy mismo me ha dicho una se?ora, mientras me tomaba una horchata: 'Yo a usted la he visto en la tele'. ?Qu¨¦ horror!, estas cosas son las que me hacen pensar: 'Caramba, pues s¨ª, me conocen', pero no quiero tenerlo presente.
P. Quiz¨¢ hasta que le ocurran cosas ins¨®litas como las que le han pasado a Monserrat Caball¨¦, ir por la calle, por ejemplo, y que alguien se arrodille y le bese las manos.
R. ?Madre m¨ªa.' A m¨ª no creo que me pase una cosa as¨ª, lo m¨ªo no es para tanto. Si me sucediese lo encontrar¨ªa tan absurdo... Y es que por ser artista o por cantar no veo motivos para que te vayan besando las manos, no has salvado la vida de nadie, no has hecho nada transcendental; a lo sumo atreverte a salir a un escenario e intentar hacerlo bien.
P. O contar con un instrumento casi ¨²nico, la voz, que puede inducir a la mitoman¨ªa.
R. S¨ª, pero es que el ejemplo que me pone de la Caball¨¦.. . Hay que comprender que hay un abismo entre ella y yo. Su caso es ¨²nico, ha podido acu?ar el t¨¦rmino sonido Caball¨¦. Llegar a despertar estas pasiones en esos casos se comprende, pero s¨®lo en esos casos.
P. En Espa?a grandes cantantes como Caball¨¦, Teresa Berganza o Pilar Lorengar, est¨¢n ya en su madurez. ?Piensa que existe un relevo?
R. Hay que dar tiempo, creo que lo habr¨¢ aunque ahora exista un vac¨ªo.
P. Usted de alguna manera ya es un relevo.
R. Eso dicen, y me parece una responsabilidad tremenda. La verdad es que si puedo acceder a ese puesto, lo har¨¦, pero con toda modestia: me gustar¨ªa estar en la fila, aunque no fuese en el primer puesto.
P. ?Y cree que los divos siguen existiendo? -
R. De los que considero divos la ¨²ltima grande es la Caball¨¦ pero todos forman parte del pasado. La Caball¨¦ es una diva porque pertenece a otra ¨¦poca, en la que la diva por excelencia fue Maria Callas. A m¨ª me da risa eso de que digan que soy una diva, madre m¨ªa.
P. Pero aparte de la voz usted podr¨ªa ser merecedora del t¨¦rmino, pues es delgada y guapa.
R. Yo he sido siempre as¨ª, flaca, y coincide que en las ¨®peras hago casi siempre de chica de la pel¨ªcula, doy el tipo y eso es una suerte. Adem¨¢s, debe ser as¨ª: ahora a los j¨®venes se nos exige m¨¢s, por considerarse la ¨®pera como teatro en el m¨¢s amplio sentido del t¨¦rmino.
P. En ese sentido tambi¨¦n Caball¨¦ pertenece a la historia.
R. Exacto, pero aunque empezara ahora, aunque pesase cien kilos, con esa voz volver¨ªa a ser la Caball¨¦.
P. ?A qu¨¦ atribuye las man¨ªas de las divas?
R. Pues al nerviosismo o a la tensi¨®n que se va acumulando, que acaba por tocarte algo aqu¨ª en la cabeza.P. ?Y a usted le ha tocado?
R. No, no, porque yo no soy cantante desde que nac¨ª; la mayor¨ªa nacen con la voz, y si descubres que tienes voz, autom¨¢ticamente quieres ser cantante, como meta, por lo que la personalidad se forma al lado de esa vocaci¨®n desde siempre, una vida entera con esa obsesi¨®n o vocaci¨®n extremada. No es mi caso, soy cantante de una manera fortuita, mi voz es construida y por eso sigo siendo como era, y adem¨¢s, cantante.
P. Pero, ?sacrificar¨ªa su vida personal por su carrera?
R. Nunca. Mi ambici¨®n es muy comedida; no lo har¨ªa para almacenar dinero, que es para gastarlo, ni por la fama, que tiene el precio de unos compromisos que yo he intentado desde siempre reducir al m¨ªnimo.
P. Lleva a?os casada y no tiene hijos; ?es por alguna raz¨®n art¨ªstica?
R. -Para muchas mujeres la maternidad es algo imprescindible en su vida, pero yo no siento esa necesidad. En principio quiz¨¢ sea por ego¨ªsmo, pero tambi¨¦n porque nos parece una responsabilidad tan grande que si nos decidi¨¦ramos habr¨ªa que hacerlo bien, y con esta profesi¨®n eso es dificil. Hacer hijos para que te los cuiden otras personas no me parece moralmente correcto.
P. ?Y qu¨¦ postura pol¨ªtica tiene una diva como usted?
R. Me siento de izquierdas, pero pienso que el arte, aunque esto suene a frase hecha, no tiene por qu¨¦ tener inclinaciones pol¨ªticas.
C¨®pula, menstruaci¨®n y canto
A. F. R.Gregorio Mara?¨®n sosten¨ªa que las voces de los cantantes de tesitura alta -contratenores, tenores y sopranos- pueden verse perjudicadas si ¨¦stos tienen actividad sexual antes de cantar, aunque a medida que la tesitura se agrava -bar¨ªtonos, bajos, mezzosopranos y contraltos- el perjuicio es menor o inexistente.Pregunta. ?Ser¨¢ eso cierto?
Respuesta. Eso son solamente los tenores (risas). Al menos, es lo que ellos dicen. Alguno muy atrevido asegura que no le afecta, pero yo s¨¦ que les afecta, y c¨®mo. Lo s¨¦ porque he conocido tenores lo suficientemente amigos como para que contasen estas cosas. A m¨ª nunca me ha pasado. Yo creo que a las mujeres, en general, no nos afecta, por una cuesti¨®n fisiol¨®gica. El canto en las mujeres es un canto de cabeza; por explicarlo de alguna manera, tiene su resonancia en la mente y es m¨¢s natural. El de los hombres, por el contrario, especialmente el de los tenores -m¨¢s que el de los bajos y bar¨ªtonos-, es un canto de fuerza, flisico, aunque exista una t¨¦cnica y una conciencia del instrumento. Y, l¨®gicamente, despu¨¦s de una relaci¨®n sexual no se est¨¢ al cien por cien de ese control absoluto del cuerpo, digo yo, no lo s¨¦, yo no soy hombre. A las mujeres lo que nos afecta es la menstruaci¨®n, qu¨¦ quiere que le diga.
P. ?Y qu¨¦ se hace en ese caso?
R. Nada, tomarse una aspirina y a cantar, no hay que pensarlo. Yo tengo suerte para esto, soy un reloj y lo puedo controlar. Casi nunca he pillado una funci¨®n en ese momento, y oiga, cuando ocurre, lo tengo tan presente, considera do como el d¨ªa nefasto, que nada, me tomo una aspirina y a veces hasta he cantado mejor.
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