No s¨®lo los dentista

El Real Decreto 86/1987, de 16 de enero, que deroga las normas vigentes hasta entonces en materia de convalidaci¨®n de t¨ªtulos extranjeros, afecta a todas las profesiones. La nueva ley mantiene en su art¨ªculo 6 que para resolver las homologaciones se tendr¨¢n en cuenta, en primer lugar, los tratados y convenios internacionales suscritos por Espa?a y, en su caso, las recomendaciones o resoluciones adoptadas por los organismos internacionales de car¨¢cter gubernamental de los que Espa?a sea miembro.Si prospera la denuncia de los convenios anunciada por Jos¨¦ Monlle¨®, "de obligatorio cumplimiento para Espa?a", no s¨®lo los odont¨®logos, sino cualquier profesional latinoamericano que pretenda trabajar legalmente en Espa?a, encontrar¨¢n las mismas dificultades que en cualquier otro pa¨ªs comunitario.

Raimundo Arag¨®n, director del Instituto Espa?ol de Emigraci¨®n, dijo que "no hay ning¨²n pa¨ªs que acepte inmigraci¨®n libre, salvo la directiva establecida entre los pa¨ªses de la Comunidad, que permite el acceso al trabajo de nuestros profesionales, teniendo en cuenta lo acordado para el per¨ªodo transitorio de siete a?os. De igual forma, los profesionales comunitarios que deseen ejercer en Espa?a s¨®lo necesitan una autorizaci¨®n de residencia que es emitida por el Ministerio del Interior, despu¨¦s de verificar que se cumplen las condiciones establecidas para cada caso".

Arag¨®n se?al¨® que durante 1985 fueron concedidos 56.691 permisos de trabajo, cifra que descendi¨® en 3.000 durante 1986. Hasta el 30 de abril del presente a?o fueron aprobadas 20.786 licencias.

El 10% de los permisos concedidos corresponde a trabajadores por cuenta propia, y el resto ha sido distribuido entre trabajadores por cuenta ajena, principalmente del sector servicios.