Paganos
Ah¨ª est¨¢n todos, tan ternes, con los cuerpos y almas que tuvieron en la tierra, y ahora tienen en el cielo de Marbella. Son la jet (tema del que hay que escribir en seguida porque pronto empezar¨¢ a dar como un poco de asco). La revista Intervi¨² ha tenido el acierto de reunirlos a doble p¨¢gina, en un gran retrato de familia, porque eso son: una gran familia sin otros lazos que los aldabones de oro que los unen. Paganos. Son los ¨²ltimos paganos de un milenio lleno de religiones para esclavos, la ¨²ltima de las cuales es la religi¨®n del espacio, que quiere cegar de astronautas los Ojos de Dios. Ah¨ª, aqu¨ª est¨¢n las grandes carrozonas de la jet, cuando ya ni se usa esa palabra. Antonio, el bailar¨ªn, que lleva su lastre de a?os no como plomo, sino como oro en las alas. Don Jaime de Mora, como un se?or retratado por Pantoja que luego le ha salido un poco pend¨®n a Pantoja. Ha cambiado el mon¨®culo de ver la bella ¨¦poca por unas gafas de ejecutivo que se ha inventado para ¨¦l solo una ¨¦poca bella. Manolo Santana, el recogepelotas, el proletario del tenis que ha dejado el tenis, tan bian, para los proletarios y los ejecutivos con chalet adosado, haciendo as¨ª una revoluci¨®n social de raqueta. Mike Ridruejo (su apellido griego es muy largo), uno de los pocos hombres con quienes todav¨ªa tomo un whisky a gusto y r¨ª¨¦ndonos un poco de todo, ambos (el whisky suele ser suyo). Don Alfonso Hache, el inventor de la Milla de Oro (m¨¢s bien un acre de plata falsa). Esperanza Stilianopoulos, que tan hospitalaria es conmigo siempre que echo el freno en Marbella. Gunilla von Bismark, un mascar¨®n de proa vikingo que se ha confundido de mar, y en esta confusi¨®n est¨¢ su gracia y ventaja. Paganos. Son los ¨²ltimos paganos bien vestidos de un fin de siglo / milenio que va hacia lo que Guti¨¦rrez Arag¨®n me defin¨ªa ayer como "Ia noche nuclear". Clara, hija de Pitita. Margrit de Mora y Arag¨®n. Olivia Valere, la nueva madame de Puerto Ban¨²s. El conde Rudy von Schoomburg, que parece un nombre inventado por Proust. El legendario Pepe Moreno, a cuyo chiringuito iba yo ya con Mar¨ªa Rosa hace un siglo de veranos. Horcher. Manolo Gonz¨¢lez, retirado del toro antes de que a los matadores les pongan pegatinas publicitarias de mirinda en el traje de luces. Y todos los dem¨¢s, menos los que se movieron y no salieron en la foto, que aqu¨ª no manda Guerra: la Preysler, la Cervera, Sisita Mil¨¢ns del Bosch de Pastega, que tanta luz rubia de amistad me dio el pasado invierno, sombr¨ªo para m¨ª de tantas sombras. Ahora han descubierto los japoneses que Monna Lisa, la Gioconda, padec¨ªa un exceso de colesterol. La Gioconda, sin duda, era la jet de su tiempo. Pero s¨®lo a los japoneses se les ocurrir¨ªa medirle el colesterol a Afrodita Anadiomenes. (Tengo que acercarme un d¨ªa a besarlos a todos.) A la jet de Marbella, los espa?oles la desprecian y la envidian, seg¨²n encuestas. Es, s¨ª, la vieja y amarilla envidia espa?ola, que mi gran Delibes me define siempre, directamente, como odio. La Dama de Elche, toda una paleojet, va a ser desalojada de Elche. La legendaria y dulce Soraya, que nos ayud¨® a vivir del "sorayismo" a los reporteros de los 60, se ha incorporado a Marbella. Confrontando Marbella con Sotogrande, donde triunfa Vallejo-N¨¢gera, entendemos mejor el paganismo mondain de la jet. Sotogrande es paleocapitalista y cu¨¢quero. Marbella es hedonista y suicida.
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