Fracasa en Panam¨¢ una huelga para pedir la destituci¨®n del general Noriega
El cansancio provocado por dos meses de continuas protestas y las p¨¦rdidas econ¨®micas malograron la huelga empresarial de ayer convocada por la Cruzada Civilista para forzar la ca¨ªda del general Manuel Antonio Noriega, jefe de las fuerzas armadas, y desgastar al Gobierno del presidente Eric Arturo Delvalle. Un helic¨®ptero militar sobrevol¨®, de modo inhabitual, en la ma?ana de ayer, la ciudad y patrullas antidisturbios fueron destacadas en el ¨¢rea donde la oposici¨®n hab¨ªa convocado para la tarde de ayer (la madrugada en Espa?a) una concentraci¨®n antigubernamental, no prohibida expresamente por las autoridades pero cuya celebraci¨®n se puso en duda hasta el ¨²ltimo momento. Las fuerzas de seguridad se retiraron una hora antes de la fijada para la manifestaci¨®n que, finalmente, se llev¨® a cabo sin incidentes aunque con una asistencia bastante menor de la prevista. La retirada de los antidisturblos tras siete horas de patrullaje demostr¨® que su misi¨®n era meramente intimidatoria.
Se trataba de la tercera concentraci¨®n masiva de la Cruzada Civilista -que re¨²ne al empresariado y a asociaciones profesionales- desde el, 10 de julio con el fin de pedir la destituci¨®n de Noriega, comandante en jefe del Ej¨¦rcito, y protestar por la actuaci¨®n parcial de la justicia.
F¨¢bricas, comercios, bancos, supermercados, farmacias y el servicio de autobuses trabajaron en su mayor¨ªa con relativa normalidad. Las tres universidades, las escuelas y colegios oficiales y privados s¨ª permanecieron cerrados, dado que los gremios de profesores y maestros, encendidamente opositores, desatendieron el llamamiento del ministro de Educaci¨®n, Manuel Sol¨ªs, para que acudieran a sus trabajos.
En el ¨¢rea comercial, refuerzos policiales custodiaban las tiendas de ropa y comestibles, y muchas de las que hab¨ªan cerrado en el paro anterior, el 27 y 28 de julio, abrieron ayer sus puertas. El Gobierno ha empezado a apretar las tuercas a aquellos comerciantes que apoyan los paros, y las tiendas de muebles, en su mayor¨ªa propiedad de espa?oles, han sido las primeras afectadas por estas medidas.
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