Doce a?os despu¨¦s
Espa?oles indiferentes pasan cada d¨ªa ante la estatua ecuestre del dictador Francisco Franco en una concurrida avenida de Madrid. Una bandera hecha trizas y una corona de flores marchitas permanecen como ofrendas de nost¨¢lgicos seguidores del fascismo. Una t¨¢cita complicidad nacional entre 38 millones de espa?oles m¨¢s que un af¨¢n de desquite ayud¨® a restaurar la democracia en una transici¨®n extraordinariamente pac¨ªfica. En junio de 1977, tres cuartas partes del electorado votaron por primera vez. Era como abandonar un internado autoritario para encontrarnos en la calle a nuestro aire. De todas formas, uno puede encontrar en la calle no s¨®lo las maravillas rutilantes del progreso, sino tambi¨¦n horrores tales como droga, crimen, terrorismo y paro en proporciones desconocidas anteriormente.Una nueva generaci¨®n nacida en los a?os cincuenta, sin electricidad ni agua corriente, madura en los ochenta con ordenadores y sat¨¦lites. En 30 a?os Espa?a ha salido del Tercer Mundo para entrar en el primero. Pero tenemos algo que sigue pendiente: nuestra relaci¨®n de amor-odio con EE UU. El trato de rep¨²blica bananera que Washington dio a la Espa?a de Franco no ha cambiado con la democracia. Las relaciones se han enfriado por la negociaci¨®n para la reducci¨®n de tropas de EE UU que permanecen en Espa?a, un recuerdo del pecado original de haber apoyado la dictadura de Franco.
16 de agosto
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.