John Adams
A los 9 a?os ha aprobado uno de los ex¨¢menes para el acceso a la universidad
John Adams es un cr¨ªo de nueve a?os, pelo casta?o y largo flequillo, al que le gusta jugar al f¨²tbol tanto como a cualquier otro chaval de su edad y leer Las aventuras de los cinco ideadas por Enid Blyton. Al cruz¨¢rselo uno por la calle no se tiene la impresi¨®n de que John sea un peque?o genio, un cerebrito, que acaba de convertirse en la persona m¨¢s joven del Reino Unido en condiciones de aspirar a entrar en la universidad.
La de los Adams es una familia numerosa, de siete hermanos, seis varones y una ni?a, en la que ya desde peque?o John llam¨® la atenci¨®n de sus padres por su inteligencia. El profesor de matem¨¢ticas Ken y la estad¨ªstica Patricia no sab¨ªan qu¨¦ hacer para aplacar la hiperactividad de su hijo, que a los 11 meses ya le¨ªa. "Le ense?amos algo de n¨²meros para que se entretuviera y vimos que eso le calmaba", recuerda ahora Ken Adams. El camino estaba marcado: las matem¨¢ticas ser¨ªan el fuerte del infatigable John. Desde los tres a?os, en que se las ve¨ªa con el ¨¢lgebra, hasta este mes, en que acaba de aprobar un examen de matem¨¢ticas que le pone en la mitad del camino que lleva a la universidad, John ha sido tan forofo del bal¨®n como de los n¨²meros.
"No le hemos presionado en absoluto, es John quien se esfuerza", comenta el padre, del mismo modo que los amigos del colegio en Asfordby, pueblo a unos 200 kil¨®metros al noroeste de Londres, hablan de ¨¦l como de un futbolista con genio. "Me gusta resolver problemas", dice John, pero confiesa que algo se le resiste: "Me gusta toda clase de matem¨¢ticas menos la geometr¨ªa coordinada... No s¨¦ por qu¨¦, pero no me gusta".
Seguro que es un problema que tambi¨¦n resolver¨¢, dado que piensa seguir preparando nuevos ex¨¢menes en matem¨¢ticas avanzadas y aplicadas que, si aprueba el a?o que viene, le colocar¨¢n en la universidad. Estos estudios, como los anteriores, los har¨¢ bajo la tutela de sus padres, quienes diariamente le dan dos horas de clases -"con la televisi¨®n funcionando y sus hermanos pululando sin parar", seg¨²n Ken- fuera de las que recibe en el colegio.
Ese plan va a seguir durante un par de a?os m¨¢s, momento en el que se decidir¨¢ sobre el futuro de John, ya que Patricia y Ken dicen estar "preocupados por su desarrollo global" y no quieren que John vaya a la universidad antes de los 13 a?os.
El geniecillo es consciente de sus logros, aunque lo enmascara con un toque de modestia. "Me siento como los otros chicos de la escuela", dice con relativa convicci¨®n, aunque pocos de sus compa?eros tendr¨¢n a los nueve a?os tomada la determinaci¨®n de ser matem¨¢ticos. M¨¢s probable es que todos est¨¦n de acuerdo en que "lo mejor es ser futbolista". Y en la universidad de Oxford aprovechan y prefieren "que disfrute algunos a?os m¨¢s del f¨²tbol y de Enid Blyton antes de que se presente al examen de acceso", se ha apresurado a declarar un portavoz universitario.
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