Villanueva contra el duque
Vecinos de un pueblo manchego resucitan una vieja querella por la posesi¨®n del agua
ENVIADA ESPECIAL Veintitr¨¦s postes del tendido el¨¦ctrico yacen por tierra en las proximidades de la finca El cuartico -propiedad del duque del Infantado-, a seis kil¨®metros de la localidad de Villanueva de la Fuente (Ciudad Real), desde el domingo 16 de agosto, en que fueron derribados por un pueblo enfurecido. Este peque?o descalabro es la ¨²nica huella f¨ªsica de la guerra del agua que mantienen este verano los habitantes de Villanueva y sus vecinos de Albaladejo, Villahermosa y Montiel contra los due?os de las grandes fincas instaladas en la zona, que, como El Cuartico, han pasado en cuatro a?os del secano al regad¨ªo, provocando, seg¨²n los vecinos, la sequ¨ªa en la zona.
El domingo 16 de agosto y el s¨¢bado anterior, aprovechando que los obreros de Uni¨®n El¨¦ctrica, Espa?ola reparaban los cables, tras cortar la energ¨ªa, el pueblo de Villanueva de la Fuente en masa, seg¨²n unos, o el pueblo "espoleado por algunos agitadores", seg¨²n el alcalde socialista de la villa, Juan ?ngel Amador, ech¨® abajo los postes del tendido para evitar que el agua que no llega a sus huertas fuera captada por los modernos sistemas de regad¨ªo instalados en El Cuartico. Los postes derribados son los encargados de conducir la energ¨ªa el¨¦ctrica hasta los pivotes que riegan la finca de casi 1.000 hect¨¢reas propiedad del duque del Infantado, que parece haberse convertido en el s¨ªmbolo de la desgracia para los 3.500 vecinos del pueblo y sus vecinos de los municipios pr¨®ximos de Montiel, Albaladejo y Villahermosa, afectados por el mismo problema de sequ¨ªa."Mientras nosotros podamos impedirlo los pivotes no van a funcionar ni una sola vez m¨¢s", declaran los vecinos a cualquiera que les interrogue sobre la soluci¨®n a este conflicto. "Nunca se hab¨ªa visto esto aqu¨ª. Hace cinco a?os el r¨ªo bajaba lleno a rebosar. Y ahora estamos con restricciones, que ni siquiera puede uno ducharse", explica uno de los m¨¢s excitados, que se confiesa, incluso, dispuesto a morir por el agua. El l¨ªquido precioso empez¨® a escasear hace ya tres veranos, coincidiendo aproximadamente con el momento en que se instala el sistema de regad¨ªo en un grupo de grandes fincas agrarias -entre 10 y 15- situadas por encima del rebosadero del Acu¨ªfero 24, que da origen al r¨ªo Villanueva, que vierte sus aguas en el Guadalquivir, a trav¨¦s de los r¨ªos Guadalmina y Guadalimar.
Entre estas fincas, El Cuartico, de la empresa EDES, propiedad del duque del Infantado, y otras dos m¨¢s, de las que es propietario el ganadero Samuel Flores, que suman en conjunto algo menos de 2.000 hect¨¢reas de terreno, han provocado especialmente la irritaci¨®n del pueblo, que acusa a los grandes terratenientes de abuso de poder y de estar agotando el acu¨ªfero.
"?Ha visto usted los panizos que tiene sembrados? Los pastores que han subido a mirar dicen que los pivotes han estado funcionando las 24 horas del d¨ªa. Mientras tanto, las cosechas del pueblo se han secado por falta de agua". Francisco, de 33 a?os, cartero de Villanueva que ha trabajado en otros sitios, y uno de los pocos que parecen conservar la calma en el pueblo, confiesa, sin embargo, que tanto ¨¦l como el resto de sus paisanos no hab¨ªa visto nunca de cerca la finca del duque. "Subirnos el 8 de agosto en la manifestaci¨®n de protesta que hubo", a?ade. Hasta entonces, los maizales de El Cuartico, o los del Coto Camilo, situados enfrente, han venido recogiendo el agua de los manantiales gracias a un sistema de pozos que perforan la tierra hasta m¨¢s de 140 metros de profundidad.
Aguas f¨®siles
"Las aguas con las que riegan estos se?ores son aguas f¨®siles. Qu¨¦ s¨¦ yo. Ser¨¢n del Cuaternario por lo menos", a?ade Juan Amador, el alcalde, un maestro de 37 a?os de edad, casado y padre de dos hijos, que guarda en varias carpetas todos los papeles del caso. "Desde 1985 hay problemas por el agua de riego. En concreto la Comunidad de Regantes de Montiel puso pleito a Samuel Flores por esta cuesti¨®n; creo que el tema est¨¢ a¨²n con recursos pendientes". Amador, que se limita a usar los t¨¦rminos izquierda y derecha para referirse a las fuerzas pol¨ªticas de Villanueva, considera que del problema del agua son responsables los anteriores equipos de Gobierno con que ha contado el Ayuntamiento que ahora ¨¦l preside. Y que eran, naturalmente, de derechas.
El alcalde, que seg¨²n todo el pueblo cuenta con el m¨¦rito de "haber destapado" el asunto de las fincas, no oculta su preocupaci¨®n por el asalto a los postes que llev¨® a cabo el pueblo al tomar repentina conciencia de la existencia de las cosechas de El Cuartico. Una acci¨®n de la que responde, no sin cierto orgullo, el pueblo entero, convencido adem¨¢s de que el agua est¨¢ rebrotando en los manantiales desde que ha cesado de irrigarse la finca del duque del Infantado. "El problema es grave, y existe desde hace ya tres cosechas", afirma Amador. "Pero yo creo que hay que resolverlo sin violencias, por una v¨ªa democr¨¢tica. El mi¨¦rcoles nos reunimos los alcaldes de los cuatro pueblos afectados en el Gobierno Civil de Ciudad Real con abogados del duque del Infantado; con Samuel Flores, que vino expresamente de Mallorca, y con las autoridades provinciales, adem¨¢s de los t¨¦cnicos de las confederaciones hidrogr¨¢ficas del Guadiana y del Guadalquivir. La reuni¨®n dur¨® cinco horas y se lleg¨® a un acuerdo importante".
El acuerdo, un papel redactado a mano sin firmas, prev¨¦ el funcionamiento de 3 de los 11 pivotes de las fincas en cuesti¨®n hasta "finalizada la campa?a". El alcalde lo considera un ¨¦xito. "Nosotros ya hemos perdido nuestras cosechas", a?ade con gesto de resignaci¨®n, "pero, ?para qu¨¦ queremos que esos se?ores pierdan las suyas, que valen 70 millones de pesetas?", se interroga Juan Amador. En ese mismo encuentro qued¨® claro tambi¨¦n para el alcalde que los pozos de El Cuartico, si no licencia municipal propiamente dicha, contaron con autorizaci¨®n de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir.
M¨¢s industrial que agr¨ªcola
Aunque la agricultura no es el principal recurso econ¨®mico de Villanueva de la Fuente, muchos de cuyos habitantes, especialmente las mujeres, trabajan en la industria de la confecci¨®n, el pueblo parece dispuesto a todo por el agua. Son muchos los que piensan con Blas Resa Fern¨¢ndez, un alba?il que vive en Villanueva desde que se cas¨® hace ya 30 a?os, que "el agua ha s¨ªo nuestra de toa la vida de Dios, hasta que ese hombre ha puesto el reguer¨ªo pa su panizo". Resa Fern¨¢ndez, trabajador eventual en Menorca que asegura estar en posesi¨®n de un carnet de CC OO, reconoce que a ¨¦l este problema no le afecta tanto como a otros de sus paisanos que cultivan, en consonancia con el sistema minifundista que rige en el pueblo, unas pocas hect¨¢reas cada uno, de patatas, habichuelas o tomates.
"All¨ª arriba hab¨ªa monte y abajo estaban las fincas sembradas, junto a las fuentes", explica Resa. La raz¨®n de que los vecinos de Villanueva hayan permanecido hasta ahora ajenos a un problema que se remonta a cuatro a?os atr¨¢s lo achaca Blas Resa a la actitud de los alcaldes que ha tenido el pueblo. "Es que nos hab¨ªan vend¨ªo. No hab¨ªa agua, pero ellos no se estremec¨ªan, sabe usted. No dec¨ªan que era la sequ¨ªa".
Resa ha pisado muy poco por los alrededores de las grandes fincas. Al llegar a la entrada de El Cuartico, hasta donde ha venido como gu¨ªa de los informadores, decide quedarse a la sombra de un ¨¢rbol. "No sea que me tomen por esp¨ªa".
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