El ex atl¨¦tico Uralde marc¨® su primer gol en San Mam¨¦s

Howard Kendall no cab¨ªa en la chaqueta al final del partido. Se situ¨® en la boca del t¨²nel y palme¨® satisfecho la espalda de todos y cada uno de sus chicos, que hab¨ªan batido al Mallorca en un partido sin tregua. El Athl¨¦tic no ofreci¨® una tarde memorable, .pero se movi¨® con rapidez, dio sensaci¨®n de estar bien plantado en el campo y alivi¨® algunos temores de la parroquia.El Mallorca someti¨® al Athl¨¦tic a un examen. Lorenzo Serra tiene gente de oficio, duros y exigentes para los rivales. El Athl¨¦tic afront¨® las dificultades con algunos apuntes de variaciones t¨¢cticas. La defensa, en l¨ªnea, juega muy adelantada, a veces parece que en exceso.

Otro aspecto apreciable fue el papel que tienen reservado Gallego y Argote. ?ste, un formidable jugador, permanece m¨¢s retrasado que anta?o, aunque siempre muy cercano a la banda izquierda. Esta posici¨®n le otorga un mayor margen de maniobra, a la vez que resguarda a Urtubi de sus posibles lagunas defensivas, ahora que ha tenido que aceptar el c¨¢liz de portar el n¨²mero 3. Gallego, en la otra banda, brind¨® una magn¨ªfica tarde, desenvuelto y con un estilo el¨¢stico que imprimi¨® a sus acciones.

Como entre sus nuevas funciones figura la de lanzar los saques de esquina desde la izquierda, Gallego contribuy¨® en el primer gol. Media rosca, canta Ezaki y Uralde deja la firma con el tobillo. El segundo gol fue de r¨²brica. Gallego toc¨®, se fue, recibi¨® de nuevo y cruz¨® al poste contrario.

Quiz¨¢ fuera excesiva esta ventaja. El Mallorca sac¨® fruto en tres ocasiones de la posici¨®n adelantada de la zaga vasca. Trobiani, un t¨¢bano de delantero, aprovech¨® la inexperiencia de Ayarza y se escap¨® en un par de carreras con mucho peligro. Al fin, fue Hassan el que marc¨® el solitario gol balear.