Madonna convoc¨® en Par¨ªs a 130.000 personas, en la culminaci¨®n de su gira europea
La cantante norteamericana Madonna reuni¨® el s¨¢bado por la noche en el parque de Sceaux, en las afueras de Par¨ªs, a 130.000 personas, la mayor cifra registrada en un festival de este tipo, en la culminaci¨®n de su gira europea. Estrellas de cine y de la televisi¨®n, ministros, deportistas y 600 famosos fueron invitados de la cantante; destacaban Bernardette y Claude Chirac, esposa e hija mayor del primer ministro conservador, que ha intentado convertir el recital en el inicio de su campa?a electoral para la presidencia de la Rep¨²blica."?Est¨¢is calientes?, ?est¨¢is preparados? Yo ya estoy caliente y preparada". Madonna no par¨® de repartir palabras de amor hacia Par¨ªs, Francia y los franceses. En la mitolog¨ªa colectiva, el recital cerraba un c¨ªrculo legendario: Madonna fracas¨® en Par¨ªs, en 1979, adonde lleg¨® como corista. Ocho a?os despu¨¦s ha regresado, jaleada por el primer ministro, como una de las mayores estrellas de la canci¨®n de todos los tiempos.
Cantante anglosajona, Madonna actu¨® en el parque de Sceaux, palacio que fue de Colbert, el ministro de finanzas de Luis XIV que dej¨® una profunda huella de estatalismo en la econom¨ªa francesa. Y todo ello gracias a un primer ministro que denunciaba esta misma semana la "hipocres¨ªa anglosajona" respecto a la colonia francesa de Nueva Caledonia.
En las propias filas del neogaullismo, la aparici¨®n de Madonna ilumina las contradicciones de la sociedad francesa, dividida entre la fascinaci¨®n por lo anglosaj¨®n y su repudio nacionalista. Por el momento, Chirac prefiere aplaudir a los miles de j¨®venes angl¨®filos que entend¨ªan todo lo que les dec¨ªa la cantante y dejar la grandeur para otras ocasiones.
Se produjeron 2.000 desvanecimientos y se recaudaron unos 380 millones de pesetas, 10 de ellos donados a una fundaci¨®n contra el SIDA.
Elecciones de 1995
El alcalde de Sceaux, que hab¨ªa prohibido en julio la celebraci¨®n del festival, declar¨® ayer irritado que la decisi¨®n puede servir para las elecciones presidenciales de 1995, pues los j¨®venes que llenaban los jardines dise?ados por Le Notre en el siglo XVII no tendr¨¢n edad de voto en 1988, cuando podr¨ªan agradecer el diktat de Chirac en favor de la cantante.
La hija del primer ministro explic¨® ayer, en un art¨ªculo en Le Journal de Dimanche, su pasi¨®n por la cantante, que la llev¨® a convencer a su padre de la conveniencia pol¨ªtica de autorizar el festival. "Madonna nos fascina porque su ¨¦xito es sorprendente", dice. Y a?ade: "Se comprende muy bien que tantos j¨®venes se identifiquen con ella pues Madonna proporciona deseos de avanzar y de progresar".
Las juventudes del RPR (Asamblea para la Rep¨²blica), el partido de Chirac, han sido las principales propagandistas de la joven cantante. Pero sus esfuerzos preelectorales no suscitaron el entusiasmo. La presentaci¨®n de la canci¨®n Causing a conmotion suscit¨® un ir¨®nico comentario de Madonna ("Es lo que hice cuando me encontr¨¦ con Jacques Chirac"), que desencaden¨® un espectacular abucheo, el ¨²nico de la noche, y una carcajada sarc¨¢stica de la cantante.
El escritor y fil¨®sofo Philippe Sollers observa el fen¨®meno con ojos distintos a los j¨®venes neogaullistas: "Se dir¨ªa que es falsa en todo. ?Pero c¨®mo reprochar a alguien de ser falso en un mundo donde nada es verdadero? Hace falta tratar el mal con el mal mismo, dir¨ªa con un suspiro de resignaci¨®n el jesuita que representa quiz¨¢ el futuro del kitsch universal, Baltasar Graci¨¢n". Sollers, en un art¨ªculo publicado en el semanario Le Point, diagnostica lo que fue el espect¨¢culo de anteayer por la noche: "Recupera la galer¨ªa de retratos, los usa, los liquida, es una industria de reconversi¨®n de mitos de los aflos treinta y cincuenta, una resurrecci¨®n asesina del viejo Hollywood".
Madonna galop¨® como siempre sobre la escena, lanz¨® bragas al p¨²blico, se hizo levantar las faldas varias veces y ofici¨® a la perfecci¨®n su ceremonia de iniciaci¨®n en los fantasmas del erotismo audiovisual, ante millares de j¨®venes hipnotizados que bailaban, acompa?aban con palmas y encend¨ªan los mecheros. Con La isla bonita apareci¨® con vestido de volantes seudoandaluz, acompa?ada de un seudobailar¨ªn flamenco vestido de falso matador y con capa, que combinaba gestos toreros con pasos de flamenco. En una sola noche fue Marlene Dietrich, Marilyn Monroe y Lolita, pero tambi¨¦n Carmen, una Carmen que ya no es ni de Espa?a ni de Merim¨¦e, sino la s¨ªntesis de la mexicanada y de la espa?olada.
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