Honecker vuelve a su tierra natal
Erich Honecker, jefe de Estado de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, visitar¨¢ oficialmente la Rep¨²blica Federal de Alemania durante cuatro d¨ªas a partir del pr¨®ximo 7 de septiembre. Tras muchos a?os de aplazamientos, expectativas frustradas y tensiones, y por primera vez desde la creaci¨®n de dos Estados alemanes con sistemas pol¨ªticos antag¨®nicos, el m¨¢ximo dirigente de la Alemania comunista acude a Bonn a entrevistarse con el presidente de la RFA, Richard von Weizsaecker, y el canciller federal, Helmut Kohl, en lo que sin duda es hecho hist¨®rico.Como ha se?alado el ministro de la Canciller¨ªa, Wolfgang Schaeuble, "este acontecimiento va a despertar sentimientos profundos y encontrados en las dos partes de nuestra patria". En la RDA, tanto como en Alemania Occidental, algunos condenar¨¢n la legitimaci¨®n que Bonn concede a Honecker con esta visita de Estado. La mayor¨ªa, sin embargo, lejos ya del sue?o de la reunificaci¨®n por la v¨ªa de una r¨¢pida desaparici¨®n del r¨¦gimen comunista en la RDA, lo aplaude como el ¨²nico medio para conseguir una mayor permeabilidad de la frontera y el muro y mejores condiciones de vida gracias a la cooperaci¨®n.
Los sucesivos aplazamientos de este viaje, que Honecker nunca ocult¨® querer realizar, se debieron a diversas causas. Por un lado, los sectores m¨¢s conservadores de la democracia cristiana de la RFA han intentado siempre evitar esta visita, que puede interpretarse como un reconocimiento pleno del Estado de la RDA, cuyas siglas la derecha m¨¢s irredenta cita a¨²n hoy entre comillas en su obsesi¨®n por ignorar o devaluar la existencia del Estado alem¨¢n comunista. Para ello, siempre que el viaje parec¨ªa inminente lanzaron campa?as de ataques contra Berl¨ªn Este para crear un clima pol¨ªtico de tensi¨®n que impidiera la visita.
Por otra parte, los antecesores de Mijail Gorbachov en la direcci¨®n sovi¨¦tica siempre vieron con recelo un posible acercamiento entre las dos Alemanias, especialmente a ra¨ªz del despliegue de los euromisiles en Europa occidental. En 1984 y 1985, Honecker tuvo que suspender el viaje por presiones sovi¨¦ticas.
Hoy las condiciones son muy diferentes y desde el 17 de julio se sabe oficialmente que esta vez Honecker vendr¨¢. La pol¨ªtica de Gorbachov de intensificar la cooperaci¨®n con Europa occidental contempla a la RFA como uno de los principales socios de la comunidad socialista para la renovaci¨®n tecnol¨®gica y la cooperaci¨®n econ¨®mica en general. Los intereses del Kremlin y de Honecker vuelven a coincidir bajo Gorbachov, al menos en lo que a las relaciones con Alemania Occidental se refiere.
Dos millones de viajeros
Berl¨ªn Oriental ha tomado tambi¨¦n iniciativas para que la mejora de relaciones sea duradera. Este a?o viajar¨¢n legalmente a Occidente dos millones de ciudadanos de la RDA. De ¨¦stos, en torno al mill¨®n tienen cumplida la edad de jubilaci¨®n, tras lo cual no existen impedimentos. El otro mill¨®n, sin embargo, son ciudadanos del Estado comunista en edad laboral o de estudio.El canciller Helmut Kohl ha calificado los avances habidos en las relaciones interalemanas como "un balance magn¨ªfico". Hace escasas semanas, Berl¨ªn Este decret¨® una amnist¨ªa, aboli¨® la pena de muerte y cre¨® un alto tribunal al que podr¨¢n recurrir los ciudadanos.
Se han firmado o concluido importantes acuerdos bilaterales, en campos como la cultura y el medio ambiente, que exigen concesiones a ambas partes. Y, pese al triunfalismo y la autocomplacencia de que sigue haciendo gala el r¨¦gimen de Honecker, su escasez de divisas convertibles y la necesidad perentoria de renovaci¨®n industrial le llevan a buscar nuevos acuerdos econ¨®micos con Bonn, incluidos cr¨¦ditos. Honecker viajar¨¢ asimismo a Renania Westfalia, Baviera, Renania Palatinado y al Sarre, el Estado m¨¢s occidental de la RFA, en el que naci¨® hace 75 a?os este comunista que habr¨ªa de convertirse en el m¨¢ximo dirigente de la RDA. Pas¨® largos a?os en un campo de concentraci¨®n durante el r¨¦gimen nacionalsocialista. Desde 1948 Honecker no ha vuelto a visitar el Sarre donde vive la ¨²nica superviviente de sus cuatro hermanos.
Honecker alabar¨¢ en Bonn la decisi¨®n del Gobierno federal a deshacerse por fin de los 72 Pershing 1A, que se hab¨ªan convertido en el m¨¢ximo, y posiblemente ¨²nico, obst¨¢culo al acuerdo entre las grandes potencias para liquidar los misiles de medio alcance en Europa. Pero ¨¦l tendr¨¢ que afrontar las cr¨ªticas por la represi¨®n de la disidencia, el uso de armas de fuego en la frontera y el muro de Berl¨ªn y la renuncia obligatoria a contactos occidentales de gran parte de su poblaci¨®n.
No obstante, y gracias en gran parte al empuje Gorbachov -la nueva situaci¨®n pol¨ªtica internacional creada tras el acceso del l¨ªder sovi¨¦tico al poder- las dos Alemanias se encuentran en el mejor momento pol¨ªtico para entenderse desde que existen.
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