Mathias Rust, condenado a cuatro a?os de trabajos forzados
Mathias Rust, el joven piloto alem¨¢n que aterrizo en la plaza Roja de Mosc¨², fue condenado ayer a cuatro a?os de trabajos forzados. El juez Robert Tijomirnov ley¨® al mediod¨ªa de ayer, en la sala del Tribunal Supremo de la capital sovi¨¦tica, la sentencia que declara a Rust culpable de los tres cargos que se le imputaron: violaci¨®n de fronteras, violaci¨®n de las reglas de vuelo y gamberrismo grave. Rust acept¨® la sentencia con entereza, aunque sin la serenidad ostentosa de que hizo gala los dos primeros d¨ªas del juicio. Al escuchar el veredicto, su madre corri¨® hacia ¨¦l, le abraz¨® y le bes¨®. La sentencia condena a Rust a dos a?os por violar las fronteras, a tres por violar las normas de aviaci¨®n y a cuatro por gamberrismo grave. S¨®lo habr¨¢ de cumplir la pena m¨¢s alta.
Rust deber¨¢ cumplir la condena en un campo de trabajo no especificado a¨²n y en "condiciones normales", no en r¨¦gimen de severidad como solicit¨® el fiscal.La fiscal¨ªa hab¨ªa pedido una pena de ocho a?os de trabajos forzados y el abogado una multa y libertad condicional. Este veredicto es firme, al no haber posibilidad de recurrirlo. Rust tan s¨®lo puede presentar una solicitud de indulto a las m¨¢ximas autoridades sovi¨¦ticas. Existe, sin embargo, la esperanza de que Rust se vea beneficiado por una medida de gracia del Kremlin, posiblemente con motivo del 70? aniversario de la Revoluci¨®n bolchevique, que se celebra este a?o.
Con cuatro a?os de trabajos forzados en r¨¦gimen com¨²n, la condena al joven piloto queda as¨ª exactamente a medio camino entre las peticiones de la fiscal¨ªa y la defensa. El r¨¦gimen penitenciario impuesto a Rust es el m¨¢s leve de los contemplados en el c¨®digo sovi¨¦tico. El magistrado que presidi¨® el tribunal durante los tres d¨ªas del juicio manifest¨® que la intencionalidad, la peligrosidad del vuelo y la osad¨ªa e impertinencia de la acci¨®n han determinado el veredicto.
Acci¨®n temeraria
Rust, un apasionado de la aviaci¨®n, hab¨ªa aprovechado el pasado 28 de mayo una excursi¨®n en solitario por Escocia y los pa¨ªses escandinavos a bordo de una avioneta Cessna-172 para internarse en territorio sovi¨¦tico hasta Mosc¨² y aterrizar en la Plaza Roja, a pocos metros del mausoleo de Lenin. Su temeraria acci¨®n puso en evidencia graves deficiencias en el sistema de defensa a¨¦rea de la URSS y provoc¨® el fulminante cese del ministro de Defensa, Sergei Sokolov, y m¨¢s de una veintena de altos mandos militares.
En la sentencia se pone en duda la versi¨®n de Rust, seg¨²n la cual vol¨® a Moscu guiado por "intenciones pacifistas" para hablar sobre el desarme y la paz con l¨ªderes sovi¨¦ticos. Rust -se se?ala- jam¨¢s particip¨® en actividades p¨²blicas con estos fines, nunca mostr¨® inter¨¦s por la pol¨ªtica ni intent¨® ponerse en contacto con la URSS por medios legales. Adem¨¢s, asegur¨® a un testigo tras aterrizar en la Plaza Roja que lo hab¨ªa hecho "para divertirse". Todo esto permite deducir -indica la sentencia- que Rust realiz¨® el vuelo por aventurerismo, por ganas de destacar y hacerse famoso.
En la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) no se dudaba ya que Rust fuera a ser condenado, si bien sorprendi¨® la magnitud de la petici¨®n fiscal. Si se excluye a algunos diarios derechistas, que utilizaron el hecho para sus ataques antisovi¨¦ticos, la mayor¨ªa de los medios coinciden en que el trato dado a Rust antes y durante el juicio no merece reproche alguno. Dos de los Cargos, la violaci¨®n de frontera y de las reglas de navegaci¨®n a¨¦rea, eran irrefutables, y en el tercero y m¨¢s controvertido, "gamberrismo grave", Rust hab¨ªa incurrido en contradicciones al explicar los motivos para su temerario vuelo. En un sondeo efectuado ayer en la RFA, el 87% de los consultados se declar¨® convencido de que Rust va a ser indultado por las autoridades sovi¨¦ticas.
En su breve intervenci¨®n antes del juicio, Rust hab¨ªa reconocido haber cometido "un grave error". "S¨®lo quiero reiterar que no quise da?ar, poner en peligro ni ofender a nadie. Entonces (el 28 de mayo) no era el que soy hoy".
El abogado de Rust, Vsevolod Jakovlev, pronunci¨® un caluroso alegato en defensa de Rust, recordando al tribunal que la petici¨®n de ocho a?os del fiscal supone pr¨¢cticamente la mitad de los a?os que ha vivido el joven. "Sus intenciones eran equivocadas, pero su fin, su objetivo, es bonito", manifest¨®, subrayando la tesis de la misi¨®n pacifista de Rust. Todos los partidos de la RFA lamentaron la condena.
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