Algo m¨¢s que mariposas

En las cantantes negras de jazz, la influencia de Dinah Washington ha sido mayor incluso que la de Billie Holiday. La raz¨®n es sencilla: Dinah Washington, como casi todas las vocalistas de su raza, empez¨® cantando en la iglesia. Billie no. En cuanto Dinah Washington se convirti¨® en la Reina, salieron por todas partes aspirantes a su trono. Entre todas, destacaba una en especial. No era Esther Phillips, ni Aretha Franklin, ni Dakota Staton, ni Nancy Wilson. Era Donna.Cuando Donna act¨²a por aqu¨ª, sale siempre un gracioso que quiere marcarse el chiste y pide El vals de las mariposas. El listillo, o tiene mala memoria, o tiene mala intenci¨®n. Porque, puesto a recordar, podr¨ªa remontarse al disco Take one, donde a Donna la acompa?aban Hank Jones y Ben Webster. O a las colaboraciones de Donna con Quincy Jones, el mismo Quincy que luego ser¨ªa productor de Sinatra y Michael Jackson. O, sin ir tan lejos, a ese magn¨ªfico disco El jazz y Donna Hightower que todav¨ªa puede encontrarse en las tiendas, y en el que Donna canta con m¨²sicos espa?oles y arreglos orquestales de Pedro Iturralde.

Donna Hightower es cristiana fervorosa y, con el tiempo, ha vuelto al gospel de sus comienzos. Tiene en este g¨¦nero un extraordinario poder de comunicaci¨®n: cuando canta Sometimes I feel like a motherless child los ni?os lloran como aut¨¦nticos huerfanitos, y a todos se nos pone un nudo en la garganta. En el repertorio laico, Donna resulta mucho menos dram¨¢tica. Es una cantante afable, a quien le gusta divertirse y divertir al p¨²blico. Pero tambi¨¦n se atreve con baladas tan tristes y tan dif¨ªciles como Lush life, y las canta con mucho sentimiento. ?Una cantante perfecta? Pues claro que s¨ª. Y adem¨¢s imprevisible, y a veces hasta genial. La verdad es que cuando andaba por aqu¨ª no sab¨ªamos lo que ten¨ªamos.

Donna Hightower, hoy, en Jazz entre amigos, a las 23.10 horas, en TVE-2.